Hoy, en el quinto reportaje de Connecting Networks, vais a conocer el anuncio de Tomb Raider para VISA, cuya Lara Croft es interpretada por Sofia Vergara.
Allá por el 2006, en conmemoración al estreno del Ángel de la Oscuridad, la empresa bancaria VISA decidió elaborar un anuncio con la imagen de la intrépida aventurera Lara Croft.
En el anuncio, una joven Sofia Vergara ocupaba el papel de la arqueóloga. Su modelo era muy similar al utilizado para la película protagonizada por Angelina Jolie años atrás, además de coger alguna que otra influencia del juego antes mencionado.
La actriz principal (Sofia Vergara), camina por las calles de Londres hasta llegar a una tienda de videojuegos en la que adquiere el título recién salido del horno, Ángel de la Oscuridad, que paga con una tarjeta VISA. Al volver a su Mansión, se encierra en la biblioteca para jugar tranquilamente. Maneja a Lara durante unas breves escenas en la que vemos al personajes pilotar una lancha motora y ser perseguida por un monstruo tenebroso, que bien nos podrían hacer pensar que están basadas en el juego original, cosa que no es así.
Cuando la Lara del videojuego se encuentra atrapada en unas catacumbas, todo parece perdido. Por suerte, encuentra una puerta que se abre con una especie de artefacto, lo que resulta ser un “datáfono” donde introducir la tarjeta con la que Sofia Vergara pagó su juego.
La Lara real le lanza la tarjeta a través de la pantalla a la Lara ficticia y ésta coge el objeto al vuelo, lo pasa frente al datáfono y la puerta se abre como por arte de magia y acaba tirada en una biblioteca idéntica a la de la casa de Lara en la realidad. El monstruo ya no puede hacer nada contra el personaje, pero la cosa no acaba aquí.
Segundos más tarde, la puerta de la biblioteca de Lara (Sofia) empieza a ser golpeada con brutalidad y el monstruo de antes termina por derribar ésta. Ambas Laras miran con incredulidad el momento y la real corre a través de la sala para salvar su vida como sea.
Tras unos angustiosos momentos de acrobacias incesantes y otros muchos movimientos de infarto, la Lara real acaba acorralada en una de las paredes del lugar. Por suerte, la Lara virtual le lanza de nuevo la tarjeta a través de la pantalla (esta vez al contrario que en la primera ocasión) y el anuncio se da por concluido.