Parachilna es uno de los últimos reductos civilizados antes de adentrarse en el desierto australiano, y a partir de ahora, también una nueva firma de iluminación de lujo en la que claves como la honestidad del diseño, el valor de los materiales nobles y la manufactura artesanal se convierten en seña de identidad.
La nueva marca que nace como pequeño homenaje a la fe y la pasión presentó en la pasada edición del Salone Internazionale del Mobile de Milán sus primeras colecciones, de la mano de Stephen Burks y Jaime Hayon.
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Un ejemplo de virtuosismo metalúrgico es Anwar, la propuesta de Burks para Parachilna, en el que las protagonistas son 96 varillas de metal soldadas una a una. Se crean así tres estructuras diferentes, que pueden utilizarse de manera individual o combinando dos unidades.
El resultado es una familia de luminarias de diseño espectacular que proporciona la adecuada luz direccional o la luz ambiente más dramática, tanto colgante como de pie.
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Por su parte, Hayon muestra su saber hacer en Aballs, una colección dominada por la cerámica y el vidrio soplado apta para uso doméstico o instalaciones contract, formando una familia de luminarias compuesta por un chandelier, lámpara colgante en tres tamaños y una lámpara de sobremesa en dos.
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