Una vez finalizado el parto, ya sea parto vaginal o parto mediante cesárea, se produce la expulsión de loquios, pérdidas vaginales de sangre y restos del revestimiento del útero. Estos sangrados, que pueden durar alrededor de 20 días, son totalmente normales y representan un signo positivo de que el útero está contrayéndose adecuadamente.
Algunas mamás tienen dudas acerca de cómo diferenciar estos sangrados naturales, de una hemorragia posparto, un suceso potencialmente grave que también puede ocurrir tras dar a luz y conlleva riesgos para la salud de la mujer.
Síntomas de una hemorragia en el posparto
Se denomina hemorragia posparto a la pérdida excesiva de sangre (mayor de 500ml) tras el parto.
Suele ocurrir dentro de las 24 horas siguientes al mismo (hemorragia posparto temprana o primaria), aunque también puede aparecer más tarde y hasta 6 semanas después (tardía o secundaria).
Las situaciones que deben alertar a la mujer y por las que se ha de consultar al médico son:
- Empapar de sangre la toalla femenina en menos de una hora.
- Olor nauseabundo en la descarga vaginal.
- Expulsar coágulos del tamaño de una pelota de golf o más grandes.
- Sentir debilidad o mareos.
- Inflamación y dolor en la zona vaginal o perineal.
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Disminución de la presión sanguínea.
¿Por qué aparecen las hemorragias posparto?
En la mayoría de los casos, las hemorragias posparto, se deben a la imposibilidad del útero para contraerse y retraerse después del parto. A esto se le denomina atonía uterina o falta de tono muscular del útero.
Otras causas pueden ser:
Traumatismos durante el parto: traumatismos que pueden desgarrar el tejido y vasos sanguíneos del canal de parto. Entre ellos encontramos los provocados por la utilización de fórceps o un bebé muy grande.
Retención de tejido: cuando queda adherido en el interior del útero tejido de la placenta o del feto.
Coagulopatías: cuando existe un problema de coagulación y se producen sangrados frecuentes.
¿Existen mujeres que pueden estar más predispuestas a sufrir una hemorragia posparto?
No se puede predecir con exactitud cuándo se va a producir una hemorragia, aunque se han relacionado diversos factores de riesgo:
- Labor de parto prolongado
- Problemas con la placenta ( ej: placenta previa, retención placentaria)
- Embarazo múltiple
- Preeclampsia (hipertensión y presencia de proteínas en la orina)
- Obesidad
- Trabajo de parto inducido
- Episiotomía (corte en el perineo, trozo de piel entre ano y vagina)
- Feto grande
- Antecedentes de hemorragia posparto anterior
- Trastornos sanguíneos maternos
- Parto asistido con fórceps o extractor de vacío
- Sección cesárea
- Primer embarazo
- Bebé nacido fallecido
- Anestesia epidural
- Aspirina tomada durante el embarazo
¿Es posible detener una hemorragia posparto?
Sí, la hemorragia posparto tratada a tiempo puede detenerse y evitar así males mayores.
Suelen utilizarse el masaje uterino bimanual (con las manos), reparación del trauma (sutura del tejido rasgado), medicamentos para contraer el útero y cirugía en los casos más graves.