Decorar un dormitorio infantil implica utilizar toda nuestra imaginación para conseguir un ambiente alegre y divertido que, al mismo tiempo, ayude a relajarse y descansar.
Además de esto, es fundamental tener en cuenta los gustos y preferencias de los más pequeños de la casa para que su dormitorio se convierta en un espacio en el que se sientan a gusto y puedan pasar agradables momentos jugando solos o en compañía.
Otro factor importante que no podemos olvidar es el rápido crecimiento físico y mental de los niños, que influye directamente en el cambio de sus predilecciones en cuanto a colores y diseños.
Para comenzar a decorar un dormitorio infantil tendremos en cuenta, ante todo, la edad del niño o la niña. Para los más pequeños funcionan muy bien los tonos pastel; los que son algo más mayorcitos preferirán tonos más vivos y alegres.
Si nos decantamos por los colores vivos, elegiremos un tono claro como base decorativa para las paredes y muebles y un tono o dos para crear alegres contrastes de color (naranja, verde menta, azules, rosas o violetas funcionan muy bien). Estos tonos se pueden combinar en los frentes de los muebles, tiradores, lámparas y estampados de la ropa de cama y cortinas.
Si preferimos los tonos pastel se pueden emplear dos colores al 50%. Un blanco roto o un beis suave combina a la perfección con la mayoría de los tonos pastel (azules, rosas, arena…) tanto para crear zócalos con papeles pintados como para los textiles y mobiliario.
Una vez elegido el estilo del dormitorio nos enfrentamos a la iluminación de la estancia.
Para acertar al comprar lámparas infantiles debemos tener en cuenta varios aspectos.
Por un lado, debemos tener una buena iluminación general. La mejor solución es una lámpara de techo, que puede ser un plafón o una lámpara colgante. Sea cual sea el tipo elegido habrá que buscar un modelo que se integre en la decoración. Hay lámparas infantiles con diseños y colores que alegran el dormitorio incluso cuando están apagadas. Las formas actuales son de lo más variado: soles, lunas, nubes, flores, animales, aviones… Una buena baza es instalas una que represente a su personaje favorito.
Además, colocaremos una lámpara para la mesita de noche para una iluminación suave y relajante justo antes de dormir. Para los momentos de estudio habrá que pensar en una luz focal orientable hacia la zona de trabajo.
Algunos pequeños tienen miedo a la oscuridad. En este caso podemos recurrir a lámparas pensadas para esta necesidad. Son lámparas de bajo consumo que se pueden dejar encendidas toda la noche.
Existen en el mercado series combinadas de lámparas para niños con modelos adecuados para diferentes tipos de iluminación en un mismo estilo.
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