Espero que este sea el comienzo firme de mi regreso a la actividad bloguera. Espero igualmente que esta entrada se publique sin problemas, puesto que la dejo programada. En otras ocasiones anteriores he dedicado varias entradas especiales a Halloween, pero este año me resulta imposible, así que espero al menos cumplir con dos de los retos a los que estoy apuntada. Uno de ellos, el organizado por mí misma al comenzar este año, homenajeando a Bram Stoker. El otro, el organizado por Inés y sus libros, que con una "Noche de miedo", nos proponía llenar la blogosfera con reseñas de libros de terror, y aquí estoy, aportando mi granito de arena.
Me apetecía mucho leer Drácula, siempre me ha llamado mucho la atención este clásico de la novela gótica, el hecho de que se publicara en la época victoriana, irrumpiendo en ella tratando temas opuestos a los típicos valores de la referida época.
Bram Stoker no crea el mito del vampiro. Sin embargo, su "Drácula" ha dejado huella y es el referente del género en la literatura universal.
Drácula cuenta la historia de Jonathan Harker, un joven procurador prometido con una chica llamada Mina Murray, que viaja a Transilvania para cerrar un negocio inmobiliario con un misterioso conde que acaba de comprar varias propiedades en Londres. Después de un peculiar viaje, Jonathan es recogido en el Paso de Borgo por un siniestro carruaje que le lleva a un castillo en ruinas. Todo allí es tenebroso y sombrío, y cuando Jonathan es consciente de ello puede que sea demasiado tarde...
Me ha encantado la forma en que al autor logra a la perfección introducirnos en el oscuro ambiente del castillo, tan sólo transcurridas unas páginas (desde que el el pueblo aconsejan al joven protagonista que no vaya al castillo) se respira una atmósfera lúgubre, intuyes que Jonathan va directo a la boca del lobo. Una vez instalado en el castillo no llega a sentirse cómodo en ningún momento, creándose una sensación de angustia y tensión que Stoker traslada perfectamente al lector mediante una elegante prosa descriptiva.
Castillo de Bran, en Transilvania, que inspiró a Stoker.
Poco a poco Jonathan va percibiendo la verdadera naturaleza de su anfitrión y deja reflejadas todas sus impresiones en su diario de viaje, y es que la historia es epistolar, carece de un narrador concreto, conociendo los acontecimientos a través los diversos escritos y diarios de los personajes, lo cual me ha encantado ya que el género epistolar es una de mis debilidades.
Aunque Jonathan es la figura principal, para mí el protagonismo está repartido entre todos los personajes (Mina, Lucy, Van Helsing, Arthur...), que están muy bien construidos y caracterizados.
También quiero destacar que para mí Drácula no es una historia de amor, no al menos como tema central, para mí es una novela gótica, de aventuras, impregnada de terror. Hay pasajes realmente escalofriantes, como cuando Lucy y Mina se encuentran en el cementerio, o cuando Jonathan descubre la ausencia de reflejo en el espejo del conde, he llegado a sentir bastante tensión y algo de miedo, lo que ha hecho que valore todavía más este libro que data ni más ni menos que de 1897.
Bram Stoker.
Por último, debo decir que no me considero nada purista en el género vampírico, que leo lo que cae en mis manos al respecto, pero desde que he leído Drácula, entiendo que alguien considere que el género esté desvirtuado. No hay color con los "sucedáneos". Estamos ante una obra maestra, sin lugar a dudas. Para saber más del autor, pinchad aquí.