©©
El mundo gráfico es polémico en cuanto al uso de las imágenes de tercero, pues de la inspiración a la copia hay solo un paso. Hoy vamos a ver algunos ejemplos cuyos creadores se han llevado cero beneficio.
Quién no conoce la imagen del revolucionario Ernesto Guevara o más conocido como Che. La mítica imagen por la cual muchos conocemos antes la cara del revolucionario que a su propia persona. La fotografía fue captada por el cubano Alberto Korda, cuya generosidad le ha hecho perder millones de euros. Cómo iba a pensar que la imagen que le había regalado a un editor italiano se iba a convertir -paradójicamente- en un símbolo visual capitalista, siendo una de las imágenes mas producidas, interpretadas y parodiadas de la historia.
Pero no es el único caso; el famoso Smiley, creado por Harvey Ball y no por Forrest Gump (según la película), le supuso a su creador una lucha incesante desde la creación del el fantástico y universal símbolo de la felicidad y el optimismo en 1963. El error es que no fue registrado, llevándose la tajada los aguilillas de turno.
Tras su muerte en 2001, Harvey, veterano de la guerra de Vietnam y apasionado de las artes gráficas, nos deja una valiosa herencia a la humanidad: un símbolo que no morirá. El negocio estaba asegurado, como se ha podido ver en los miles de objetos donde se ha estampado esta carita feliz.
Ha llegado a inspirar hasta tal punto que la industria del cine ha cogido prestada esta imagen para protagonizar una película de terror con el mismo nombre: Smiley 2012.
Ahora pasamos al caso del gran Milton Glaser, que regaló a la ciudad de los rascacielos el mítico logotipo-ideograma I love NY, creado en los sesenta. Este regalo ha sido manipulado por otras ciudades y organizaciones sin nada que ver con el city branding ni reconocer su autoría.