Anoche finalizó en Estados Unidos la emisión de una de las grandes series de los últimos tiempos, Breaking Bad. Cinco temporadas, seis años en antena, una muy buena historia, increíbles guiones y un reparto estelar que han dado vida brillantemente a esos personajazos tan bien creados por Vince Gilligan.
A cualquiera de ellos se le podría hacer un homenaje pero, particularmente, creo que Hank Shrader se merece tomar la delantera de nuestra sección [Conociendo a...]. Y como es imposible contar la historia de Hank sin spoilers, si no habéis finalizado Breaking Bad o ni tan siquiera la habéis visto (ya estáis tardando ¿eh?), acabar de leer aquí.
Hank Shrader (Dean Norris) es un agente de la DEA de Albuquerque. Está casado con Marie (Betsy Brand) lo que le convierte en cuñado de su hermana Skyler (Anna Gunn) y del marido de esta, Walter White (Bryan Cranston).
Hank no lo sabe pero por ironías del destino, cuando a Walt le diagnostican un cáncer terminal no se le ocurrirá otra cosa que empezar a hacer metanfetamina, la más pura que se haya conocido. Claro que lo que empieza en cantidades pequeñas acaba convirtiéndose en todo un emporio y ahí es cuando el bueno de Hank iniciará una investigación porque quiere coger a quienes hacen la meta azul le cueste lo que le cueste.
En principio casi le cuesta la vida porque a Hank le disparan y casi le matan. Pero afortunadamente sobrevive aunque queda postrado en una cama porque las piernas no le responden. Su esposa sigue con desesperación como Hank se deja porque cree que no podrá conseguir ser el de antes. Pero un asesinato que parece estar conectado con Los Pollos Hermanos y las personas a las que quiere pillar, como a Heisenberg (su cuñado aunque siga sin saber que es él), hará que Hank se tome en serio la terapia y quiera volver.
Ciertamente, siempre he pensado que el mejor amigo de Hank Shrader era su cuñado y viceversa. Y un buen día, tras una de tantas cenas familiares, en la cuarta temporada, Walter White en plan broma le dice a su cuñado agente de la DEA que el W.W. que busca es él, porque esas iniciales están en un libro de Walt Whitman que es una prueba para la DEA.
Hank se limita a reír, porque Hank Shrader a pesar de su ruda apariencia es un tipo al que le gusta reírse. Pero no cuando se trata de hacer bien su trabajo y desde luego que se nota que no le hace gracia alguna haber tenido al misterioso Heisenberg tan cerca; haber compartido tantas charlas, preocupaciones y confidencias con él; y descubrir de la manera más tonta posible (grandiosa escena) que su cuñado es la persona a la que lleva buscando durante más de un año.
¿Qué hacer ante esa situación? Lejos de amedrentarse, primero asegurarse de que sus sospechas son ciertas al cien por cien. Después, meterse en camisas de once varas porque siente que le han tomado en su propia cara el pelo que no tiene y ser directo con Walt.
Pero claro, el bueno de Hank Shrader no llegó a saber nunca todo lo que su cuñado había hecho desde que empezó su negocio. Porque se defendió de la emboscada en el desierto que le tendieron los matones a los que avisó Walter, que al verle allí intentó que no intervinieran no sirviendo para nada, yéndose con la cabeza bien alta diciendo su cargo y su nombre a quien le metió un tiro en la cabeza mientras su cuñado se lamentaba.
Hank Shrader era un valiente, un buen marido, un buen cuñado, un gran tío para sus sobrinos. Pero sobre todo Hank Shrader era un gran profesional que amaba su trabajo y que tenía mucho olfato para resolver los casos que le llegaban. Y se la dieron con queso, sí, pero al final fue el primero en descubrir a Walter White y murió tras haberle cogido. Grande y no menos Dean Norris dándole vida hasta los dos últimos episodios de Breaking Bad.
[pinit]
Share on Tumblr ETIQUETAS » Anna Gunn, Betsy Brand, breaking bad, bryan cranston, Dean Norris, Hank Shrader Escrito en » Opinión, SERIES