"Y SERE PARA VOSOTROS POR PADRE, Y VOSOTROS ME SEREIS HIJOS E HIJAS, DICE EL SEÑOR TODOPODEROSO"2 Corintios 6:18
He escuchado a muchas personas decir que según el padre que hayamos tenido en la tierra, así vemos a nuestro Eterno Dios como Padre, esta analogía nos da una idea clara acerca de ¿por qué hay tanta dificultad para conocer a nuestro Dios como Padre?. Esta situación la vemos en el hijo pródigo Lucas 15: 29-30, el hijo mayor le reclama al padre por el regocijo y la fiesta que celebraba por el regreso a casa de su hermano menor, quien había malgastado todos sus bienes, pero también le expone su tiempo, su obediencia y le reprocha que nunca le hubiera regalado un cabrito para festejar con sus amigos. La respuesta del padre nos da a entender, que este hijo mayor no disfrutaba de lo que tenía su padre, porque la verdad no lo conocía: “HIJO MIO, TU SIEMPRE ESTAS CONMIGO, Y TODO LO QUE TENGO ES TUYO” (V.31). Así mismo nos pasa a nosotros hoy día, el hecho de no conocer las bondades y misericordias de nuestro Dios y Padre Celestial, nos llevan a vivir situaciones difíciles, y como el hijo mayor de la historia en mención, también le reclamamos el tiempo que llevamos de Cristianos, nuestro esfuerzo por obedecerle, y que nunca nos ha dado algo más para festejar con nuestras amistades; y tenemos la osadía de expresarle que otros hermanos como el hijo pródigo reciben muchas bendiciones que no se la merecen. Cuántos de nosotros en medio de las necesidades hemos reclamado con enojo a nuestro Padre Celestial; y en Job 40:2 nos dice que allí no hay sabiduría; y no contentos con ello, no hemos querido entrar a casa a festejar, y esto significa abandonar la comunión con el Padre Celestial. Es a través de la obra del Espíritu Santo que debemos renovar nuestra mente mediante su Palabra y vivir una vida acorde a nuestra posición como hijos de Dios; y tener una convicción férrea y profunda en nuestro ser interior, de quienes somos en Cristo y quien es Cristo en nosotros; solo por Él tenemos derecho a la paternidad de Dios. Es a través de Jesús que Dios se daría a conocer como padre: “MI PADRE ME HA ENTREGADO TODAS LAS COSAS. NADIE CONOCE REALMENTE AL HIJO, SINO EL PADRE, Y NADIE CONOCE REALMENTE AL PADRE, SINO EL HIJO, Y AQUELLOS A QUIENES EL HIJO QUIERA DARLO A CONOCER” Mateo 11:27 “NADIE HA VISTO JAMAS A DIOS; EL HIJO UNICO, QUE ES DIOS Y QUE VIVE EN INTIMA COMUNION CON EL PADRE, ES QUIEN NOS LO HA DADO A CONOCER” Juan 1:18.
Cuando Jesús enseñaba, predicaba y sanaba toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo (Mateo 4:23), el propósito era manifestar el amor y misericordia del Padre que estaba en él, a los suyos. Lo vemos en Juan 10:30 “EL PADRE Y YO SOMOS UNO SOLO” ; cuando Felipe le dice que les deje ver al Padre, Jesús le contesta: “EL QUE ME HA VISTO A MI, HA VISTO AL PADRE; ¿POR QUE ME PIDES QUE LES DEJE VER AL PADRE? ¿NO CREES QUE YO ESTOY EN EL PADRE Y EL PADRE ESTA EN MI?” Juan 14:9-10. Bendiciones