Conociendo Autores #48 - Alba Navarro Francés (@Kalisdice)

En esta entrevista, tengo el honor de poder charlar con Alba Navarro Francés, quien nació el 2 de julio de 1997. Kalisdice no nacería hasta finales de 2018, en el periodo en que estaba estudiando el grado de Ingeniería de diseño industrial y que, movida por recuperar una de sus pasiones, la ilustración, se inició en las redes sociales. Al enfocarse en el sector literario, ha conseguido aunar sus dos pasiones: el arte y la literatura. Desde 2020 ha trabajado como diseñadora de cubiertas de libros e ilustradora editorial con diferentes autores y editoriales, tanto en el panorama nacional como internacional. En los últimos tiempos, también ha colaborado en la creación de reseñas acompañadas de fanarts de los libros que ha ido leyendo. Cuando vimos la luz es su debut como autora. Esta historia comenzó siendo una serie de cómics de sus protagonistas que Alba iba publicando en redes sociales. Gracias a la acogida que le dio su público, se animó a dar vida en forma de palabras a Ruga, Leo y el resto de los personajes.

AS: Cuando vimos la luz nace de una serie de viñetas que comenzaste a subir a redes sociales, donde aparecían Ruga y Leo, los protagonistas de la novela. ¿Cómo crees que el feedback que recibiste sobre tus ilustraciones afectó a tu proceso creativo a la hora de escribir la historia?

ANF: Al principio dibujaba y compartía cosas sin darle demasiada importancia al feedback, era algo que llevaba dentro y que quería sacar fuera, lo viera una persona o lo vieran cien. Creo que siempre tenemos miedo a ser pesados con nuestros proyectos, pero lo que ha pasado me ha demostrado que al final, los personajes se quedan en la cabeza de las personas que nos leen. Para mí, incluso si no lo hacía para recibir ese feedback, el ver las reacciones de las personas me dieron muchísimos ánimos para seguir escribiendo la historia y desarrollar a los personajes. Creo que si no hubiera recibido ese cariño, #ProyectoPurpleose (así se llamaba el proyecto) seguiría siendo un work in progress eterno.

AS: En línea con la pregunta anterior, ¿cómo afecta el ser ilustradora a tu escritura? ¿Podrías destacar alguna influencia de esta otra faceta tuya en tu proceso?

ANF: ¡Para mí van de la mano! Sé que hay personas que se imaginan las escenas que escriben como una película, con personas de carne y hueso. Sin embargo, para mí, que siempre he adorado la animación y el anime, y mi estilo es bastante cartoon, desde pequeña todo lo que escribía iba acompañado de imágenes mentales que luego intentaba dibujar para visualizarlas mejor. Sigue siendo así ahora, así que desarrollar dibujos me ayuda mucho a evolucionar la escritura. Es como una retroalimentación. En cuanto a facetas, creo que los colores me ayudan UN MONTÓN a imaginarme el worlbuilding. Siempre asigno una paleta de color a cada proyecto.

AS: Las escenas de cómic que podemos ver en la historia son preciosas: ¿cómo elegiste qué escenas ilustrar? ¿Hay algún dibujo que forme parte del libro al que le tengas especial cariño? ¿Y alguno que te guste mucho y que se haya quedado fuera del producto final?

ANF: ¡Muchas gracias! :D Yo tenía que tener en cuenta el tiempo del que disponía, considerando que aparte del libro, trabajo a tiempo completo de ilustradora freelance y que además, estoy cursando un máster de educación. Estimé la cantidad de ilustraciones que podía hacer en los tres meses que tenía para hacerlas, que fueron unas 55. Pensé en una por capítulo, de una parte que para mí era importante que el lector visualizara claramente o que aportara información extra al texto. Es decir, en el libro hay escenas que no están completas si no se leen las partes de cómic. Además, muchas de ellas muestran algo que Leo, el POV, no está viendo incluso cuando está narrando él, esto era algo que a mí me apetecía mucho experimentar. Por poner un ejemplo: cuando Leo, a pesar de que la narración del capítulo corre de su parte, se queda inconsciente o afectado por el Lila (la droga de la historia), las páginas de comic muestran lo que ocurre mientras tanto en tercera persona. ¡Me encantó hacer eso! En cuanto a mis dibujos favoritos. Para mí la escena de la bañera en la que Ruga le lava a Leo, que además ya compartí en su día en redes (es, literalmente, el único boceto que compartí en redes antes de saber que iba a publicar y que finalmente apareció en el libro).

AS: Además de escribir e ilustrar Cuando vimos la luz, también te encargaste de la ilustración de la cubierta (campo en el que tienes mucha experiencia). ¿Nos puedes contar un poco sobre cómo fue este proceso?

ANF: ¡Se le dio un montón de vueltas! Fue una experiencia increíble la de diseñar mi propia portada. Me vino genial también tener el apoyo del equipo de diseño de la editorial, que me ayudó enormemente a llegar a una solución final en la que quedara en equilibrio la descripción del interior del libro y los aspectos comerciales. Al principio, hice varios bocetos y fueron los betas y la editorial los que votaron. Terminé uno de los bocetos, que era MUY oscuro (imagen). Luego, el equipo de diseño propuso hacer un fondo blanco y probó distintas composiciones hasta que se le añadió un marco dorado y la ciudad superpuesta en los paisajes. ¡Fue una chulada!

AS: La novela nos presenta un mundo dividido entre la Superficie y el Subterráneo. ¿Puedes contarles a los lectores un poco sobre este sistema que divide a la población y marca la historia? ¿Cómo llegó a ti la ida y cómo la desarrollaste?

ANF: La idea surgió del mundo laboral en el que me encontraba en ese momento. En julio de 2022 sufrí una crisis existencial mientras trabajaba en una oficina, contenta con las condiciones y compañeros pero bastante infeliz con el rumbo de mi vida. No podía ser creativa, no disfrutaba del trabajo y aún quería cumplir el sueño de ser ilustradora, un sueño que el mundo se empeñaba en decirme que era una fantasía y que no era lo que suponía que tenía que hacer. De ahí surgió la idea de crear un mundo en el que todo el mundo nace con una función concreta y no puede dedicarse a otra cosa, pero llevado al extremo. Esa es la Superficie, un mundo que se jerarquiza en pisos (los más altos, los más cercanos a la luz solar, son los mejores), donde la sociedad se divide en Linajes correspondientes a cada oficio (Historiadores, Médicos, Vigilantes...) y tienen que seguir las indicaciones de una IA para ganar pisos y subir de nivel, por el contrario, bajarán. Los habitantes de la Superficie no pueden desarrollar su personalidad más allá de la función que tienen que cumplir, no desarrollan vínculos afectivos (ni siquiera se forman familias), y por tener, no tienen ni una habitación propia, pues cada vez tienen que cambiar de piso. ¡Ni siquiera la comida tiene variedad ni sabor! En contraposición está el Subterráneo, un mundo bajo tierra, con muchísima desigualdad, pobreza y donde hay muchos abusos. Sin embargo, y a pesar de los horrores de la calle, las personas son libres, únicas y pueden desarrollar su personalidad y creatividad. El funcionamiento de los dos mundos y cómo se conectaban dieron muchas vueltas, pero desde luego el germen fue una situación personal y laboral en la que sentía que la creatividad no era algo que podía desarrollar. Por ello, en la Superficie no existe ni la pintura, ni la música, ni ningún otro arte. Todo está en el Subterráneo.

AS: Además de Leo y Ruga, que viven un amor sano, pasional, tierno y prohibido, la novela nos presenta a muchos otros personajes (muy bien construidos y que se quedan contigo tiempo después de haber cerrado el libro). ¿Nos puedes contar un poco de algunos ellos?

ANF: Me alegra mucho que los personajes secundarios hayan llegado también. Estoy sorprendida porque era algo que me aterraba, que quedaran en un plano demasiado lejano. Los personajes secundarios tienen su función en la historia. Violette, por ejemplo, es una chica tierna que ayuda siempre a todo el mundo y que se convierte en la primera amiga de Leo (teniendo en cuenta que él no conoce el concepto de amistad). Ella vive con Tiara, que es una mujer que ha decidido montar ella sola el llamado Distrito Cultural en el que viven solo mujeres. Destacaría también a mi pack favorito, Tobi y Luna, dos personajes (amigos de la infancia de Ruga) que han decidido dedicarse en cuerpo y alma a cuidar a niños huérfanos en un mundo en el que los niños están muy desprotegidos. Además, tienen una relación estable y de muchos años como pareja, cosa que me apetecía mucho reflejar, ya que creo que es importante mostrar relaciones sanas que están ya avanzadas. Por último, Oto. Oto es, para mi sorpresa, uno de los personajes secundarios que más han gustado en general. Me hace una ilusión tremenda.

AS: ¿Qué nos puedes decir de Azul? Creo que su personaje está íntimamente relacionado con el misterio y la trama principal del libro. ¿Fue en parte debido a este personaje que decidiste narrar la historia en diferentes tiempos?

ANF: Azul es una mujer que mucha gente odia, la definición de "el fin justifica los medios", un personaje misterioso y que mueve muchísimo la trama, en efecto. En realidad, no fue ella el motivo de dividir la historia en dos tiempos, esto se debe a que Leo no se sabe dónde está en el presente, y quería que Ruga tuviera un protagonismo a la altura del de Leo, incluso sin tener POV. Eso sí, Azul desde luego es el personaje que tira de la historia. Todo lo que se lía es porque ella tiene un objetivo, y al final, Leo y Ruga están en su camino y tienen que actuar por ella. Creo que ha sido una decisión arriesgada, porque normalmente es el protagonista el que mueve la historia, pero quería experimentar con un personaje principal que no tuviera la iniciativa que normalmente tienen los protagonistas.

AS: ¿Hay alguna novela de otre autore que te haya marcado como autora? ¿O que haya inspirado/alimentado la creación de Cuando vimos la luz?

ANF: Tengo que decir primero, aunque no sea un libro, que la serie Arcane del League of Legends me marcó mucho por su estética y su concepto de dos sociedades separadas. Lo mismo que el anime Ciberpunk (de hecho, decidí que un secundario de mi libro se llamaría Kiwi y al poco tiempo descubrí un personaje con el mismo nombre en esa serie, fue curioso). Creo que de hecho, los animes han sido mi mayor inspiración desde que empecé a verlos de niña, incluso más que los libros. Pero hablando de novelas, sin duda, las distopías juveniles han sido claves para animarme a escribir mi propia distopía. "La memoria de las nubes" de Raúl Caronte y "La rebelión de la mariposa" de Miriam Mosquera son dos obras increíbles que me recordaron lo muchísimo que siempre he amado las distopías.

AS: ¿Tienes alguna otra historia entre manos? ¿Hay algo de ellas que puedas adelantarles a nuestros lectores (o a una servidora, que está deseando volver a leerte)?

ANF: ¡Ay, muchas gracias, jo! Una de las cosas que más feliz me ha hecho de haber terminado y publicado mi primera novela, es devolverme la ilusión por escribir muchísimo más, todo lo que no he podido durante años por haberlo dejado de lado. ¡Así que me he puesto a tope! Ahora mismo me encuentro en proceso de revisión de #ProyectoEtheres, una novela de fantasía urbana ambientada en el instituto en la que nuestro protagonista está enamorado de su mejor amigo, y, por cosas de la trama, se ve obligado a matarlo en un mes. Por otro lado estoy desarrollando a la par que otros proyectos la saga de #ProyectoMuraka, que es la historia que me marcó desde 2018 a 2022 y que siempre he querido escribir: fantaciencia con dragones afectados por una enfermedad, vínculos con humanos, y una academia que se dedica a proteger a la humanidad de los dragones infectados. Aparte de eso, tengo otros proyectos que menciono en Twitter y que estoy desarrollando poco a poco, como #ProyectoNyru (fantasía) o #ProyectoLiven (ciencia ficción). ¡Qué ganas de darles forma!

AS: Para finalizar, me gustaría agradecerte la oportunidad de entrevistarte para Modus Leyendi y preguntarte si podríais hacer alguna recomendación literaria para nuestros lectores. ¿Qué libros crees que no se pueden perder?

ANF: ¡A ustedes por la oportunidad! Agradecida de que me hayáis permitido tener este huequito para hablar de mi bebé. Voy a aprovechar, como autora cis con un personaje principal trans, a recomendar a algunos autores del colectivo, en especial de parte de Ruga. "Lutgan" de Eric Syerix (que además, ha sido lector de sensibilidad de las escenas sexuales de Ruga), "Con la luna del solsticio" de Alejandro D.Martínez y "De equinocios y solsticios" de Kai Morgan. Además de ser personitas maravillosas, sus historias me han llegado al corazón muchísimo. ¡Así que ojalá le deis una oportunidad! Muchas gracias :D

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