Conociendo la Historia…por César del Campo de Acuña
El periodismo escrito en los bandos enfrentados
Como ya he comentado con anterioridad, el desarrollo de la profesión periodística durante la guerra civil Norteamericana, no fue en absoluto fácil para ninguno de los dos bandos aunque, tal vez el bando del norte, o bando federal, partiera con más ventajas. La ventaja que supondría la diferencia con respecto al sur durante la toda la guerra sin duda alguna fue el nivel de industrialización que el norte poseía. Como todo el mundo sabe, los grandes bloques urbanos e industriales estaban diseminados por el norte.
Las ciudades más representativas de este auge industrial, fueron las ciudades de Nueva York, Boston, Philadelphia y Washington. Este nivel industrial alcanzo efectivamente al mundo de la prensa. Los diarios del norte, no tuvieron que lidiar con la escasez que sufrieron sus compañeros de oficio en el sur. La tecnología y las comunicaciones funcionaban de manera eficaz en el norte. Es decir, durante la guerra, los sistemas de comunicación como el telégrafo y los transportes como el ferrocarril sufrieron sabotajes por parte de los espías y tropas confederadas, pero en gran medida se puede asegurar, que la diligencia con la que las noticias viajaban hacia las grandes capitales del norte nunca lo hizo de manera escalonada o errónea. El sur tuvo problemas con sus corresponsales en el frente y con la disponibilidad de sus noticias, llegando en ocasiones de manera equivocada y tarde.
Los periódicos del norte, enviaron al frente a cronistas y redactores más hechos a la profesión que el sur. Además los periodistas al servicio de los diferentes diarios federales contaban con una infraestructura de comunicación mucho mejor que sus colegas sureños. El telégrafo y el ferrocarril funcionaron de manera mucho más eficiente en el norte que en el sur. La única pega que encontraron los diarios del norte en cuanto a la realización de su labor, fue una censura militar más férrea y menos condescendiente a diferencia de lo que ocurría en el sur.
El sur sin embargo, sufrió penurias de todo tipo para poder sacar adelante sus periódicos. Falta de medios de comunicación y transporte, fallos en la veracidad de las noticias, problemas en el abastecimiento de materias primas para la realización del diario y problemas de distribución, fueron el día a día para una industria periodística, mermada por la escasez de recursos y de hombres, ya que muchos de los propietarios dejaban sus periódicos para alistarse en el ejercito.
Puede parecer una desventaja ajena al periodismo escrito durante la guerra, pero la falta de hombres, hizo que muchos periódicos sureños cerraran sus puertas. Los grandes centros de inmigración estaban en las ciudades del norte. El número de inmigrantes provenientes de Europa no cesaba de aumentar, y los puertos que tocaban habitualmente eran los de Nueva York y los del área de Nueva Inglaterra. Esto le permitió tener al norte cierta solvencia en cuanto al número de sus tropas.
Es decir el ejército del norte, tenía una ingente cantidad de soldados norteamericanos pero un gran número de sus soldados eran inmigrantes de origen irlandés, polaco u holandés, que eran alistados nada mas bajar del barco (como pudimos ver en Gangs of New York). Esto permitió que los profesionales en sus diferentes campos no abandonaran sus puestos. De esta forma la industria bélica del norte funciono siempre, al igual que sus periódicos, que no vieron mermadas sus plantillas por el alistamiento de los periodistas. El sur por el contrario, vio como muchos de sus periódicos cerraban ya no solo por los ataques de los ejércitos del norte a poblaciones sureñas, sino por la marcha de los dueños y periodistas a la guerra como soldados.
El ejercicio de la prensa resulto mucho más llevadero en el norte. La veracidad de sus informadores era incontestable. El norte mando al frente a un total de 350 corresponsales acreditados, mientras que el sur solo envió a 150. el éxito de la prensa en el norte, no solo vino de la mano de su calidad informativa, ya que su capacidad para retroalimentarse económicamente, incluso llegando a sacar beneficio, lo puso por delante de los diarios del sur.
Su establecimiento en grandes núcleos urbanos no hacía preocuparse demasiado a los grandes diarios del norte, al menos en lo que respecta el campo económico, ya que su oferta era ampliamente superada por la demanda. Los diarios de la ciudad de Nueva York, podían llegar a vender todos los números publicados en unas pocas oras, mientras que en el sur, tenían que incluir una gran cantidad de publicidad e incluso exigir el pago anticipado de las suscripciones para poder hacer frente a los gastos que suponía estar al mando de uno de esos aquellos diarios.
El periodismo en aquella primera guerra contemporánea tratada por los medios abiertamente, fue apasionante. El mundo se enfrento por primera vez a la realidad de una guerra gracias a aquellos corresponsales y fotógrafos de guerra pioneros en su oficio.
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