by El Rincón de Ika · Published agosto 2, 2018 · Updated julio 27, 2018






Ojos
La piel de la zona ocular es más sensible que otras zonas del cuerpo porque es sensiblemente más fina y, además, en ellos se generan movimientos constantes como el parpadeo. Se dice que es en la mirada donde primero se aprecian los signos de envejecimiento en el cuerpo (de hecho, la red de colágeno y elastina es menos densa en esta zona.
Distintos estudios científicos apuntan a que se pierde en torno a un 6% de su espesor cada 10 años, lo que hace visible los signos del envejecimiento con cierta facilidad, además de ser la zona donde más se achacan afecciones como el estrés o la falta de sueño. Por ello, a pesar de poseer su propia capa protectora natural, es importante mantenerlos bien cuidados para evitar el exceso de desgaste.
Labios

A pesar de lo que se pueda pensar, se trata de una zona especialmente delicada porque no tiene ninguna película hidrolipídica y consta de menos capas que el resto del cuerpo, haciéndoles vulnerables a las agresiones externas, ya que no tienen grandes posibilidades para protegerse por sí mismos (de hecho, es una de las razones por las que incluso teniendo la piel en buen estado a menudo muchas personas sufren problemas de grietas o heridas).
Si bien es cierto que es una de las zonas del cuerpo con la piel más fina y sensible, también posee un poder de regeneración cerca de cuatro veces superior al de otras partes del cuerpo. Esa hieractvidad acelera aún más el proceso de envejecimiento donde los primeros síntomas se dejan sentir en la parte superior de los labios y en las comisuras con la aaparición de las primeras arrugas.
Por eso, cuando se perciben problemas en los labios, conviene prestar atención porque suele relacionarse con cambios o problemas en el organismo, ya que en ellos se aprecian algunos síntomas antes que en otras zonas del cuerpo (por ejemplo, los expertos dicen que si no responden a tratamientos reparadores suele ser síntoma de carencia en algún nutriente como ácido fólico o vitaminas como B2, B6 o B12.
Cuello

El cuello es una zona del cuerpo con poca capacidad de retención de agua por lo que el colágeno y la elastina se ven a menudo dañados en la zona, provocando la rápida aparición de arrugas y líneas de expresión en su área, el conocido coloquialmente como collar de Venus. También es una zona donde suele darse con bastante frecuencia los problemas de flacidez y descolgamiento, generando un defecto estético que se agrava paulatinamente con el paso del tiempo.
En este sentido, los cuellos largos tienen más propensión a padecer el doble mentón, aunque las mandíbulas cortas o con el mentón hundido también provocan que visualmente se aprecie más este defecto estético.
Pecho

El pecho es un área que se ve afectada por todos estos cambios y, además, por su estructura los cambios en la elasticidad de la piel y en el propio grosor de la piel, genera cambios visuales en el busto que no siempre son agradables.






