Revista Mundo animal

Conociendo Sicilia: el Etna

Por Alvalufer

Es el volcán activo más grande de Europa, y la verdad es que impone. He tenido la suerte de pasar 10 meses de mi vida viviendo en Catania( Sicilia), y como ya dije, también la suerte de ver desde mi propia casa uno de los símbolos de la isla: su volcán. Durante los meses invernales poco se dejó ver con tanta nube, pero cuando aparecía era nevado hasta más de la mitad, inaccesible y precioso. Poco a poco la nieve se fue yendo, pero aún en junio algo quedaba en las cumbres. Pero sin duda, uno de los hechos que nunca olvidaré de Catania han sido las erupciones del volcán, algo espectacular, único…y que encima he visto desde mi casa, algo que es ahora, desde la distancia, cuando lo valoro como curiosidad irrepetible. He subido dos veces, una de ellas de senderismo con los amigos hasta arriba, en una jornada de caminar que fue dura pero con buen recompensa.

Conociendo Sicilia: el Etna

Y de esa jornada de senderismo con estos amigos a los que añoro y deseo ver pronto surgen las fotos de esta entrada, para que os hagáis a la idea de lo que hay allá arriba. Conforme subes en el autobús hasta la zona donde ya no hay más carreteras los paisajes van ganando, y la vegetación va cambiando notablemente, a simple vista, desde pinares a castaños, desde flores típicas mediterráneas a endemismos del Etna que a duras penas sobresalen de entre la lava solidificada. Luego, si así lo deseas, emprendes camino por las rampas camino de los 2000 m. y cada vez ves menos vida, ya ni plantas, tan solo algún insecto perdido. Esta dura caminata puede ahorrarse cogiendo el teleférico, pero vale casi cuarenta euros por unos cuanto minutos, algo prohibitivo.

Cuando tras una de las caminatas más duras que he hecho se llega  a la siguiente parte construida, con un restaurante y una  base de donde parten coches con excursiones( además de ser el sitio donde te deja el teleférico), se abre ante ti una especie de pseudomeseta, donde ya apenas vas a subir más rampas de exagerada pendiente, salvo que quieras asomarte a los conos volcánicos en sí, algo que creo que está prohibido pero que en cualquier caso no nos daba tiempo. Ya a poco que subas estás a casi los 3000 m., no hay nada, es un paisaje lunar, grisáceo, pero igualmente hermoso si se sabe contemplar el vacío, la ausencia de casi todo. Desde arriba puede tocarse el poco hielo que queda en verano, y por supuesto ver los cráteres activos que todos los días echan humo, además de tener varias erupciones anuales. También se les ve amarillentos del azufre.

Sin duda un paseo único, aunque masificado de personas, curiosamente de la tercera edad, que con el teleférico y las excursiones organizadas lo tienen fácil.

Conociendo Sicilia: el Etna

Pero no hace falta subir hasta arriba para ver cráteres, allí donde te deja el propio autobús, donde se coge el teleférico y puedes comer, beber, comprar recuerdos y todo eso, también hay varios cráteres. Uno es de 2001 y el otro de los años 80, solo son cinco minutos andando, e incluso puedes meterte dentro de ellos. Desde ahí salen fotos bonitas, y se contemplan también paisajes únicos, pero a decir verdad en varios minutos ya lo has visto y por la escasez de autobuses que hay  tienes que esperar muchas horas hasta el único existente que lleva de retorno a Catania. Claro que si no se quiere subir andando y tampoco se tiene dinero para el teleférico es la única manera de visitar el volcán, un recurso turístico muy grande para la zona, como podréis ver vosotros mismos.

Por cierto, esto que he contado es cuando no hay nieve, en invierno el bus muchas veces ni sube, y los coches deben llevar cadenas. Para hacer en invierno lo que yo hice en primavera- verano, hay que llevar material de escalada alpina, no vale ir con zapatillas de deporte, la nieve alcanza varios metros.

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