Para muchos estacionar en paralelo no resulta fácil y, si se trata de hacerlo en un espacio limitado por dos autos, la tarea puede convertirse en un verdadero suplicio.
Ahora, un buen número de fabricantes ha desarrollado una gran variedad de sensores y cámaras que facilitan la labor y algunos han dado un paso más allá.
Como Volkswagen, cuya camioneta Tiguan está equipada con el Park Assist, un sistema que la hace estacionar con un mínimo de intervención del piloto.
Hace unos días probamos este sistema en diversos lugares de Lima. Además de hacernos pensar en el alivio que significará para quienes sufren con este tipo de maniobra, nos dejó la sensación de que los autos inteligentes están a una nada de aquí.
Para empezar, el funcionamiento del Park Assist se apoya en sensores de ultrasonido ubicados en la carrocería: 4 en el parachoques delantero, 4 en el posterior y 2 más a los lados.
Para activarlo, solo basta ubicarnos en la vía donde deseamos estacionar, presionar un botón en el panel de control, señalar con el direccional el lado deseado (izquierda o derecha) y avanzar. Restricciones sí las hay, como no superar los 30 km/h, pues entonces el sistema entrará en pausa. Además, la distancia respecto a los autos parqueados debe ser siempre de alrededor de medio metro, distancia de trabajo máxima de los sensores.
Por último, el Park Assist optará solo por plazas cuya longitud sea 1,4 metros más grandes que el largo total de la Tiguan. Espacio necesario para realizar las maniobras de parqueo, pero también justo para que los autos vecinos puedan salir sin problema. Luego, si el área es la adecuada, el sistema nos lo hará saber mediante el display del tablero: unas barras rayadas mostrarán entre sí un lugar vacío.
Al estacionar en paralelo, la teoría manda avanzar en paralelo al auto estacionado hasta que la cola de nuestro vehículo esté casi a su misma altura. Esto es precisamente lo que nos solicita el sistema. Cuando los sensores detectan que estamos en posición ideal, aparece una indicación R (de reversa) y otra flecha que señala la plaza vacía.
Ponemos marcha atrás y viene lo más divertido. Nuevamente la pantalla nos lanza un mensaje, el sistema se hará cargo del timón y nos pide estar atentos: “Dirección automática activa, ¡vigile a su alrededor!”. Soltamos el volante. Nos pide acelerar. Modulamos de a pocos el pedal, mientras el timón —que no debemos tocar porque entonces el Park Assist se desactivará automáticamente- gira a la derecha, gira a la izquierda. Y luego, gira a la derecha nuevamente.
Pasan apenas segundos y de repente, listo, estamos exactamente sobre el espacio antes vacío, aunque algo alejados del auto de adelante. Se nos ordena frenar. Lo hacemos. Como llega la parte fácil, que es simplemente poner “drive” y avanzar hacia al auto de adelante, el sistema nos dice adiós y nos deja a cargo. Y es que con lo fácil, se aburre.