Situación de la conquista romana de Hispania en el 193 a.C.
En el marco de la segunda guerra púnica, los cartagineses fueron finalmente expulsados de la península ibérica en el 206 a.C. tras la rendición de Gades(Cádiz), su último baluarte .
Roma terminó de “heredar” el territorio hispano antes dominado por Cartago donde en los años siguientes se sucedieron varias revueltas de los pueblos indígenas que acabaron siendo finalmente aplastadas porMarco Porcio Catón en el 195 a.C.3
Tras el licenciamiento de las legiones de Catón, la intención romana fue mantener estable y seguro el territorio adquirido de los cartagineses, sin embargo la actitud belicosa de las tribus celtas del interior como lusitanos y vetones obligó a los romanos a ampliar su zona de influencia para mejorar la protección de los ricos territorios del sur peninsular.4
El primer objetivo de los romanos fue establecer una línea defensiva en el río Tajo dominando los vados que permitían su cruce a las tribus situadas al norte del mismo. Con este fin, emprendió Marco Fulvio Nobilior su campaña contra la ciudad de Toletum (Toledo) en el 193 a.C., dos años después de la campaña de Catón.
La ciudad carpetana de Toletum y las tribus célticas del interior peninsular
Toletum era una de las ciudades más importantes de los carpetanos teniendo una superficie sobre las 40 hectáreas;5controlaba un importante vado del Tajo y las rutas comerciales articuladas junto a este río.
Para la defensa de esta ciudad se organizó un ejército de ayuda formado por una coalición de las tribus celtas vecinas a los carpetanos: vetones,vacceos y celtíberos situados respectivamente al oeste, norte y este de Carpetania.
Los habitantes de Toletum debieron tener buenas y fluidas relaciones con las tribus vecinas que participaban del comercio a través del Tajo: los vetones, establecidos río abajo y los celtíberos que lo estaban río arriba. La caída de Toletum significaba para ellos un grave perjuicio por lo que acudieron en su defensa. Los vacceos por su parte, que no participaban de dicho comercio, debían mantener una tradición de colaboración con los carpetanos desde que éstos acogiesen años antes a los fugitivos de Helmantika y Arbucala y combatiesen juntos en la Batalla del Tajo contra los cartagineses.
Tito Livio en Ab Urbe condita libri hace la primera mención a la conquista romana de Toledo. En el193 a. C., Marco Fulvio Nobilior entabló batalla contra una coalición de carpetanos, celtíberos, vacceos y vetones en las cercanías de Toledo.
En este primer combate solamente se capturaría al rey Hilerno.
El papel de Hilerno
Los carpetanos eran un pueblo bastante descentralizado donde en situaciones normales no se daban líderes que dominasen todo o gran parte de su territorio aunque parece que en circunstancias extraordinarias sí que aparecían este tipo de personajes.
Hilerno tuvo que ser elegido líder de la ciudad ante la grave situación que ésta afrontaba; Livio lo denomina como “Rex” lo cual no debe entenderse como un monarca en su concepción habitual, sino como un líder elegido entre varias tribus y con poderes extraordinarios para dirigir un ejército conjunto tal y como fue el caso de Vercingétorix en la Galia.7
La elección de un “Rex” que dirigiese la coalición que había de enfrentarse contra los romanos cobraría sentido tras el desastre sufrido frente a Aníbal veintisiete años antes, en el 220 a.C., por una coalición parecida durante la Batalla del Tajo, y que fue motivado en gran parte por la ausencia de un mando único del ejército.
Hilerno, personalmente, tuvo que ser además un líder respetado, bien relacionado y con la suficiente capacidad de convocatoria como para conseguir que las tribus vecinas acudiesen a ayudar a su ciudad y lo aceptasen a él como comandante de la coalición.
La batalla frente a Toletum acabó con una difícil victoria de las legiones romanas que, pese a dispersar al ejército indígena, no pudieron tomar la ciudad. Los romanos consiguieron, con todo, capturar vivo a Hilerno sin que posteriormente ninguna fuente nos haya informado de cuál fue su destino.
Tras la lucha, Nobilior se retiró a sus bases en el sur peninsular. Al año siguiente -192 a.C.- inició una nueva campaña con el mismo objetivo y consiguió tomar finalmente Toletum.8 En esta ocasión solo acudieron los vetones para ayudar en la defensa ya que vacceos y celtíberos rehusaron participar en la misma. Livio no menciona ningún líder indígena en la lucha por lo probablemente no se llegó a ningún acuerdo a la hora de nombrar un sucesor para Hilerno, algo que tuvo ser decisivo para que ni vacceos ni celtíberos tomaran parte en la lucha.
Sería un año después, en el 192 a. C. cuando se realizaría la conquista de la ciudad, convirtiéndose en una plaza fuerte romana pues aun la zona estaba dominada por los carpetanos.
Las campañas de Sempronio Graco en el 179 a. C. pacificarían la zona, iniciándose el proceso de romanización. Toledo sirvió a partir de ese momento como base para la conquista de la Meseta Norte.
Fuente: Wikipedia
Revista Cultura y Ocio
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