Sin miedos, ni conquistas.
He repetir paciencia sin dolencia.
Aunque se ataque los recuerdos con falsías propuestas...
Debo contar mi vista al Centro Histórico estos días de manifestaciones, acopio de víveres y otras situaciones. La solicitud que he hecho de asistir con decisión a pasar por la Puerta Santa de la Catedral de la Ciudad de México en los 200 años de su terminación.
Lo que altera es haberme llevado a mi pequeño y enterarme que a pocos metros de donde caminamos hubo por lo menos dos noticias que habían de alterar a mi madre, sobretodo por arriesgar a mi pequeño que algo le sucediera.
Una explosión de acumulación de gas y un asalto en la Plaza de la Computación. Y es que fue una alegre visita poco usual pero muy agradable.