A fecha de hoy creo que pocos desconocen que comer alimentos procesados, dulces, chocolate, azúcar, hamburguesas y hasta muchos alimentos "light" o "ligeros" o "sin gluten" o "sin lactosa" o "SIN lo que sea...." no son la mejor opción para una dieta ni alimentación saludable y equilibrada. Pero, así y todo, siguen consumiéndola.
¿Por qué? A veces por comodidad, (no tener que cocinar), quizá por el precio (¡Cuidado con las ofertas!), o tal vez el dulce les chifla (la ya conocida "adicción al azúcar").
Si a ello le añadimos, un estilo de vida sedentario, es decir, andar poco (o nada, gracias al coche o moto), no practicar ningún deporte (ver el fútbol en la tele no vale), estar muchas horas sentados, ya sea en el sofá ante el televisor o en la mesa del trabajo, estamos apostando hacia una dañina combinación. Y si además fumáis, ya no os quiero no contar.... (que no sepáis ya). Cuando a un problema de índole personal se le añade otro a nivel profesional, este termina teniendo el doble de envergadura. Este sencillo ejemplo sobre la vida de las personas sirve para explicar lo que sucede cuando se combinan una mala alimentación y un estilo de vida sedentario.A modo de recordatorio, y quizá como ancla por si os "sirve de motivación para cambiar", a continuación, os mostramos algunos de los principales riesgos para la salud que supone esta terrible combinación de factores, que pueden tener peores consecuencias incluso que el consumo de alcohol y tabaco:
Aparición de sobrepeso: estar sentado durante horas, tanto en el trabajo como en casa, favorece el aumento de la obesidad y la acumulación de grasa en ciertas partes del cuerpo como el abdomen y la parte superior de las piernas, sobre todo si además vuestra dieta contiene un exceso de azúcar. Para prevenir la aparición de sobrepeso se recomienda seguir una dieta balanceada a base de recetas nutritivas y ligeras junto a la práctica de ejercicio de forma regular. Comer fresco productos de mercado, variado y de la manera más sencilla posible es lo mejor. (Nada de salsas pesadas, ni fritos, ni precocinados).
Enfermedades hepáticas: la aparición de grasa en el hígado en los países desarrollados se debe fundamentalmente al sedentarismo y a los malos hábitos alimentarios. La única forma conocida para prevenir el tan temido síndrome metabólico es con la unión de ejercicio y una dieta saludable.
Diabetes: existe relación entre la aparición de sobrepeso en las personas, sin importar la edad que tengan, y el desarrollo de diabetes en las mismas, fundamentalmente del tipo 2. Para su prevención se recomienda seguir la dieta mediterránea en lugar de consumir grasas malas y practicar de forma habitual cualquier tipo de modalidad deportiva.
Enfermedades cardiovasculares: incluir cereales, frutas de temporada y aceite de oliva en vuestra dieta saludable ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como son el aumento de la presión arterial y la aparición del denominado colesterol malo. Asimismo, practicar deporte es fundamental en esta prevención ya que la circulación sanguínea empeora cuando se está sentado más de seis horas cada día.
Desarrollo de la fibromialgia: el dolor crónico en músculos y articulaciones se incrementa cuando se sigue un estilo de vida sedentario debido a la falta de ejercicio. Para reducir el dolor se pueden tomar cereales, verduras, frutas y alimentos ricos en Omega 3, al tiempo que deberéis eliminar las bebidas alcohólicas, entre otros productos. La clave para prevenir la fibromialgia se encuentra en aumentar la variedad de alimentos y mantener una dieta equilibrada.
Lo mejor es apostar por un estilo de vida saludable en el que el deporte forme parte del tiempo dedicado al ocio y una alimentación que gire en torno a la dieta mediterránea. ¡Prevenir la salud no es tan complicado como parece a veces.... !
¿Y vosotros? ¿Practicáis deporte regularmente? ¿Es vuestra dieta saludable? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!
Besos desde mi blog!
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