¿Sufres de imsomnio? ¿Tienes problemas para dormir?
Averigua aquí cuales son las consecuencias de dormir poco…
El insomnio es “la dificultad de conciliar el sueño de manera persistente, mantenerlo, despertarse muy temprano o no llegar a tener un sueño reparador”
No dormir o dormir muy poco, es realmente una verdadera tortura que afecta a la mayor parte de la población.
Es uno de los muchos trastornos de la sociedad actual.
Pero lo realmente importante o preocupante no reside en la incomodidad, mal humor, cansancio, que esto en sí genera, sino que además, puede llegar a producir consecuencias a través del tiempo a nivel físico y mental a la persona que lo padece.
Podemos mencionar algunas de éstas como las principales:
- Disminuye las defensas del sistema inmunológico reduciendo casi a la mitad la producción de anticuerpos, en comparación a personas que duermen como mínimo 8 horas.
- Puede producir problemas cardíacos ya que incrementa la presión arterial, la cual baja durante el sueño nocturno reparador.
- Puede ocasionar aumento de peso, ya que el insomnio afecta a las “hormonas del hambre”, éstas envían señales que aumentan el apetito durante el día o incluso, a veces, obliga a la persona a levantarse para comer.
- Está comprobado que la pérdida de casi dos hora de sueño, puede disminuir el 30% del rendimiento del siguiente día, pues afecta la memoria, la atención, la toma de decisiones, la concentración, la capacidad de reacción, etc.
- Puede llegar a vincularse a la diabetes, las personas que la padecen, sufren trastornos del sueño y su vez, quien duerme poco, también tiene mayor predisposición a padecerla.
- Afecta a la piel, ya que genera una disminución del colágeno y el ácido hialurónico, sustancias que le dan elasticidad y brillo a la piel.
- Está demostrado que el insomnio causa depresión, al igual que la misma, trae aparejado problemas para dormir. Ambos se nutren entre sí y esto obliga a un tratamiento adecuado combinado para estos trastornos.
Algunos consejos para dormir mejor…
Es muy importante adoptar hábitos de sueño:
Tratar en lo posible, de dormir entre 7 y 8 horas por noche.
No ingerir alcohol, cafeína o bebidas energéticas.
No acostarse inmediatamente después de comer o ingerir comidas abundantes .
No hacer ejercicios antes de acostarse.
Tratar que factores externos no interfieran o perturben como la luz, el ruido y la temperatura ambiente.
No utilizar estímulos luminosos antes de acostarse (televisor, celular, tablet)
Evitar dormir boca abajo.
Sí a un rato de lectura.
Sí a la meditación, respirar hondo, relajar los hombros, respira de nuevo, exhalar.
Suavizar los músculos de la cara, permitir que la respiración se estabilice, esto sólo tomará un par de minutos.
A pesar de adquirir buenos hábitos es muy probable que esto no alcance o el trastorno no mejore, por eso y por todo lo descripto, hay que ir al origen del problema.
El insomnio debe ser diagnosticado y bien tratado.