Revista Opinión

Consecuencias del cambio climático: Adiós al hielo en el Polo Norte

Publicado el 01 julio 2019 por Carlosgu82

El aumento de las temperaturas globales provocado por el aumento de la concentración de dióxido de carbono puede tener graves consecuencias en los casquetes y glaciares del planeta. El deshielo del polo norte es un hecho al igual que el deshielo en determinadas zonas de la Antártida.

El Ártico sufre una pérdida de hielo cada vez mayor

El océano Ártico se encuentra congelado en su mayor parte durante todo el año. Al menos eso era lo que ocurría hasta hace unos años. Las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero han originado el aumento de su concentración en la atmósfera. Estas, a su vez, provocan un aumento de la temperatura global en el planeta.

Consecuencias del cambio climático: Adiós al hielo en el Polo Norte

Créditos: CC-By USGS

Así, estas temperaturas más altas provocan que los hielos en muchas áreas desaparezcan y el Ártico no se escapa. De esta forma, desde el año 2000 los récords negativos en la superficie de la banquisa de hielo se suceden. El año con menor superficie helada en el polo Norte fue 2012, cuando tan sólo 4’1 millones de kilómetros cuadrados estaban cubiertos por hielo en el océano Ártico.

El calentamiento global abre el paso del noroeste

Unos años antes, 2007 supuso el primer año en que el paso del noroeste estuvo libre de hielo. Una situación que podría ser normal en pocos años. Este corredor marítimo supondría reducir, tanto en distancia como en tiempo, la ruta desde Europa al océano Pacífico. El paso del noroeste se convertiría en la ruta principal hacia Asia si el ritmo de pérdida de hielo continúa.

La desaparición del mar helado, que algunos expertos consideran que podría ocurrir en no muchos años, también traería consigo el acceso a los recursos que yacen en esta zona, entre ellos el petróleo que los expertos creen que puede haber en los fondos de este mar.

El deshielo del Ártico puede aumentar la pérdida de glaciares de Groenlandia

Sin embargo, no todo son buenas noticias respecto a las consecuencias del deshielo del Ártico. Algunas especies podrían desaparecer si esta capa helada se derrite por completo. Los osos polares podrían ser una de estas especies ya que la superficie de hielo les permite el acceso a áreas de caza. Otras como los caribúes de Groenlandia también tienen problemas de adaptación y su población disminuye año a año.

Recientemente se ha descubierto que los zorros árticos tienen también una gran movilidad en el Ártico, gracias a la banquisa de hielo, por lo que su desaparición podría afectar a las poblaciones de este animal.

Si desaparece el hielo del Polo Norte el cambio climático se acelerará

Además, si el hielo del Ártico desaparece originaría un agravamiento del calentamiento global, lo mismo que ocurriría si se derrite gran parte del permafrost. Al deshelarse el mar, el agua de esta zona no reflejaría los rayos solares tanto como lo hace el hielo y por tanto acumularía más calor, provocando un mayor aumento de la temperatura.

También tendría un efecto sobre los glaciares de Groenlandia, los cuales podrían ver aumentada su tasa de deshielo al desaparecer el mar helado que los retenía sobre tierra. De forma que esa pérdida tendría consecuencias directas en el aumento del nivel del mar.  De hecho, Groenlandia viene sufriendo durante los últimos años importantes deshielos de su superficie que empiezan a preocupar a los expertos.

No se conoce bien lo que el cambio climático provocaría en la Antártida

Una situación similar es la que se viviría en la península Antártica y en la masa de hielo del oeste de la Antártida. Sin embargo, la gran masa glacial del Este de la Antártida aún no se sabe qué papel puede llegar a tener. Un aumento de temperatura no tendría mayores consecuencias que aumentar ligeramente la precipitación en el centro del continente, pero en sus costas podría provocar grandes pérdidas de hielo en los glaciares.

Así, hasta hace poco se pensaba que el casquete del este de la Antártida no estaba sufriendo deshielos importantes y tampoco se esperaba que fuera a sufrirlos. Pero estudios recientes indican que esta situación puede estar cambiando y, por tanto, cambiarían a su vez las previsiones sobre las consecuencias del calentamiento antropogénico, especialmente las de subida del nivel del mar. Así, la monitorización del deshielo de los polos se convierte en una tarea imprescindible para marcar las actuaciones a llevar en materia de adaptación al cambio climático en todo el globo, sobre todo en aquellas áreas que son extremadamente vulnerables.

Créditos imagen: NASA


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