El enojo es el nombre que le damos a una serie de sensaciones muy fuertes, que alguien experimenta cuando se siente contrariado o perjudicado por otra persona o por una cosa. Por ejemplo, ante una falta de respeto, una desobediencia o un error.
Estas emociones las podemos distinguir como malgenio o disgusto, que quizás previamente ha sido una frustración o quizás un simple malestar o incomodidad. Y si al enojo le agregamos grados de intensidad, pasamos a lo que algunos llaman coraje o tal vez la cólera, luego a la furia y si aumenta su fuerza es lo que llamamos ira, odio.
Ahora bien, el problema no es sentir tales emociones, pues hay muchas formas de apaciguarlas, aunque para algunos sea más fácil que para otros. El problema es que como resultado, el enojo trae indeseables consecuencias.
Además, vivir enojado o ser feliz, es una decisión que tú eliges. Vivir estresado o enojado eleva hasta tres mil veces los riesgos a la salud, ya que en esos estados emocionales el cuerpo eleva la producción de “micro-enfermadores subcelulares”.
El Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara publicó algunos resultados que nos muestran lo que sucede al enojarnos y nos ofrece algunas recomendaciones a seguir para tratar de evitarlo o al menos reducir las consecuencias que provoca.
Como principal consecuencia destaca que una persona que vive con enojo, tiene un envejecimiento 3mil veces más rápido de lo normal.
¿Que es lo que le sucede al cuerpo cuando te enojas?
- El corazón bombea sangre con mayor rapidez y la envía a los músculos del cuerpo por si hay que correr o defenderse.
- Se crean más palanquetas y se pone en marcha el sistema inmunológico por si hay alguna herida en el cuerpo.
- Se siente fatiga y hambre.
- Las células cargadas de los lípidos liberan grasa en el flujo sanguíneo.
- Las paredes de las arterias se deterioran y la grasa acumulada se transforma en colesterol malo.
¿Cómo cambiar los hábitos?
- Vivir con tranquilidad
- Lleva una dieta sana
- Hacer ejercicio
- Reír más
- Enamorarse
Recuerda que los momentos de felicidad, la risa y en especial el enamoramiento producen más “micro-reparadores” y “micro-rejuvenecedores” que mejoran el nivel de vida del ser humano.
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