La medicina hoy se basa (en teoría) en la evidencia científica conseguida mediante ensayos clínicos en los que se aplica el denominado método científico. La mayor parte de la investigación científica sobre medicamentos corre a cargo de la industria farmacéutica. Ésta, en nombre del “secreto comercial”, guarda bajo llave los datos de sus descubrimientos… aunque sean conocimientos que pueden considerarse un bien común dado que muchos se han obtenido con fondos públicos y además con participación voluntaria de pacientes. Las compañías tratan de proteger así sus nuevos medicamentos, que nadie pueda “copiarlos”. Y que NO conozcamos toda la verdad sobre sus reacciones adversas.
El laboratorio AbbVie intenta ocultar los daños de su medicamento para la artritis reumatoide Humira. Lleva tiempo haciéndolo. En la ficha técnica del producto se describen serios riesgos para quienes lo consuman y quizá por ello la compañía farmacéutica ha emprendido una huida hacia adelante.
David Healy, autor del libro Pharmagedon (y otros como Juan Gérvas) están siguiendo el largo proceso judicial que se ha desencadenado para que el laboratorio ofrezca los datos sobre seguridad y eficacia de este medicamento (ambos participan en la iniciativa por la trasnsparencia en los ensayos All Trials).
Hay novedades, aunque las noticias son sólo parcialmente buenas. El mayor tribunal de la UE, el Tribunal Europeo de Justicia, antes que pronunciarse de manera definitiva, ha preferido mandar el asunto a un tribunal de rango inferior, el Tribunal General de la Unión Europea, lo que deja el caso en el limbo.
El primero ha anulado las órdenes, anteriormente provisionales, que evitan la liberación de los datos y le ha pasado el caso al segundo para un nuevo examen.
Un éxito parcial pues de alguna manera se reconoce que los datos han de ser liberados pero aún no el cómo. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) tiene todos los datos y dice que no los hace públicos hasta que no haya una sentencia clara de un tribunal de la Unión Europea (UE). Ésta fue conminada por el Defensor Europeo del Pueblo en 2010 a hacer públicos lo datos de los ensayos.
La EMA está exponiendo en los últimos meses información sobre ensayos clínicos sobre diferentes medicamentos. Ello responde a la creciente demanda pública de apertura para asegurar que las farmacéuticas no puedan ocultar los efectos secundarios de sus fármacos.
En la misma situación que Humira están fármacos como Depakote (otro medicamento de AbbVie por cuyo marketing fue multada la farmacéutica y que podría incrementar el riesgo de autismo); Kaletra (para el SIDA); Androgel elaborado a base de testosterona; Lupron, que se usa para el cáncer de próstata, cáncer de mama y endometriosis; o Esbriet. Seguiremos el caso.