Revista Coaching

Consejo de administración, clave para institucionalizar la empresa familiar

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

En la actualidad, las estadísticas de las empresas familiares en nuestro país no son alentadoras en cuanto a su supervivencia. En este entorno cambiante y la demanda del mercado global, el 60% no sobrevive a la segunda generación y el 85% de ellas desaparece en la tercera.

El éxito y supervivencia de dichas empresas estriba en la buena estructura administrativa y la implementación de mejores prácticas de Gobierno Corporativo, la cual permite separar adecuadamente los asuntos familiares de los temas institucionales de la empresa y facultar a los tomadores de decisión en los niveles correspondientes.

Para comenzar con una estructura de gobierno sólida, lo recomendable es que primero se lleve a cabo la definición de las reglas familiares. Esto consiste en desarrollar en conjunto un Protocolo Familiar, donde se incluyan temas como: valores, transparencia, derechos y obligaciones de los familiares, participación en la operación de los negocios, sucesión familiar y empresarial.

Un elemento importante a desarrollar es la implementación inicial, los órganos de gobierno familiares que se enfoquen en atender los asuntos que son prioritarios para los miembros de la familia y asegurar la transparencia y rendición de cuentas en los foros que corresponda.

Dichos órganos pueden ser definidos como Asamblea Familiar o Consejo Familiar, los cuales son externos a la operación de la empresa, y permiten a la familia tomar decisiones sin conflicto de interés, manteniendo la armonía entre los miembros y velando por el bien de la organización. Los órganos de gobierno familiares serán el canal de comunicación con la estructura de Gobierno Corporativo de la empresa.

Los órganos de gobierno de la organización deben ser una Asamblea de Accionistas y un Consejo de Administración, el cual puede basarse en comités de apoyo que se requieran para operar la empresa y dar cumplimiento a las diversas regulaciones aplicables.

El cuidado de las relaciones entre la familia y la dirección de las empresas es un elemento clave para el éxito de las organizaciones. En muchas ocasiones se ha intentado establecer soluciones que prohíben la participación de las familias en su problemática. Esto pudiera resultar lógico desde un punto de vista gerencial pero que desaprovecha las enormes ventajas que el espíritu familiar y los valores que han desarrollado como familia representa para las empresas.

Existen diversos elementos que pueden afectar la operación del Consejo de Administración, entre los que sobresalen: el número excesivo de miembros, de los cuales la mayoría son familiares; la falta de consejeros independientes o relacionados sin vínculo de parentesco con los accionistas; la falta de facultades, políticas corporativas y reglas de comunicación con la administración, entre otros.

Hay múltiples interrelaciones entre las familias poseedoras del control en las organizaciones y su intervención en la administración y en la toma de decisiones directivas al interior de las mismas, una práctica que aunque no es inadecuada, debe estar regulada por una estructura sólida de Gobierno Corporativo, que defina los roles y responsabilidades de los miembros de los órganos de gobierno, así como las facultades y limitaciones de éstos.

Por otra parte, un tema de alto impacto para las empresas familiares en un mundo globalizado y cada vez más competitivo, no sólo para continuar con su crecimiento, sino para mantenerse en los mercados, es la posibilidad de obtener recursos financieros que materialicen sus proyectos de inversión de mediano y largo plazo.

La institucionalización de la empresa por medio de un modelo de Gobierno Corporativo juega un papel muy importante en la obtención de los recursos económicos adecuados que impulsen el crecimiento de la firma familiar, desde un proceso de toma de decisiones interna más formal, con puntos de vista independientes a la familia y a la administración, hasta la confianza que brinda el negocio a instituciones financieras y terceros interesados.

Si bien, el gobierno corporativo no es un requisito indispensable para acceder a fuentes de financiamiento, sí es altamente considerado al otorgar los recursos.

Contar con una estructura sólida de mando que refleje transparencia y rendición de cuentas posiciona a la empresa con sus terceros interesados y le permite a la familia aprovechar los recursos para la toma de decisiones estratégicas con órganos de gobierno debidamente estructurados y enfocados en la generación de valor de la organización.

*Socio Líder de Gobernabilidad Deloitte México


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