Está demostrado que el mejor horario de estudio es por la mañana debido a que la mente está fresca y renovada después de un buen descanso, pero algo que no se dice y que se puede aprovechar para el aprendizaje teórico es lo siguiente:
Por la noche dale una lectura a lo que vas a estudiar, no solo leas, entiéndelo, si no es muy extenso vuelve a darle una lectura final, después de tu merecido descanso, lo primero que debes hacer es intentar recordar lo que leíste la noche anterior, te sorprenderá que tu retentiva guardó muy buena información como si en verdad lo hubieses estudiado. Después de esto, continúa el estudio y te darás cuenta que todo será mucho más fácil.