Dejar de fumar constituye un logro que conllevará múltiples beneficios en nuestras vidas. Por lo tanto, pensar en las ventajas implícitas de dejar el tabaco ya debería ser un estímulo más que suficiente para no decaer a la hora de conseguir el objetivo.
Sin embargo, todos sabemos que el tabaco genera un bienestar y unas recompensas en nuestro cerebro que cuesta sustituir. Estas sensaciones acaban por producir una adicción, por lo que, pese a las consecuencias positivas de dejar este mal hábito, cuesta tanto erradicarlo. No olvidemos que fumar alivia el estrés y nerviosismo de numerosas personas.
De todas maneras, tenemos que incidir en la mejoría de las condiciones de salud que propiciará abandonar el tabaquismo. Estas compensan el esfuerzo que pueda suponer dejar de consumir cigarrillos. Nos referimos a ventajas tales como combatir el envejecimiento prematuro o minimizar la incidencia de cánceres tan peligrosos como el de pulmón. La mejoría se notará por dentro, ya que funcionarán mejor todas las constantes del sistema inmunológico (respiración, circulación, digestión, etc.); y por fuera, dado que, por ejemplo, la piel y los dientes nos ofrecerán un aspecto mucho más atractivos.
A continuación, repasamos, aparte de los anteriores, otros consejos prácticos para dejar de fumar y que no resulte tan difícil conseguirlo.
Recomendaciones básicas a la hora de dejar de fumar
- Aparte de las razones de salud antes citadas, las cuales son más que suficientes para tener claro el interés de la meta, vale la pena recordar e incluso listar otras, como el ahorro.
- No fumar también mejorará el rendimiento de la persona en sus ejercicios físicos, ya que esta se sentirá menos cansada.
- Vale la pena pedir asesoramiento a un médico, ya que él sabrá cómo combatir el síndrome de abstinencia o valorar qué medicamentos ayudan en estos tratamientos.
- Por otro lado, no viene mal fijar fechas que, como partes de un plan de éxito, sirvan para comprobar si se han conseguido los objetivos.
- Intentemos moderar el consumo de otras sustancias que asociemos a fumar como, por ejemplo, el alcohol. Asimismo, hemos de evitar determinados episodios que nos pongan excesivamente nerviosos y generen riesgos de recaída.
- Tener a mano bebidas o alimentos inocuos también nos ayudará a sustituir las ganas de fumar por las de tomar algunos sorbos o picoteos de ellos. En este sentido, existen productos que contribuyen a reemplazar las tendencias adictivas que produce la nicotina que llevan los cigarros.
- Asimismo, conviene sustituir las actividades de ocio relacionadas con fumar por otras en las que seguir este hábito resulte más complicado, como hacer deporte.
- Informar a las personas cercanas de nuestras intenciones también resulta útil, puesto que podrán ayudarnos a lograr nuestros fines y contribuirán a evitar nuestras dudas.
- También hemos de valorar la existencia de terapias que han demostrado su potencial a la hora de aliviar las necesidades de consumir cigarrillos, tales como la del láser.
En definitiva, dejar el tabaco, aunque se nos antoje costoso, constituye una buena inversión. Por tanto, conviene prestar atención a los consejos citados, los cuales favorecen el éxito.