En el tema de la maternidad se hacen muchas afirmaciones que no comparto en absoluto. Ya os iré comentado algunas.
Hoy me apetece comentar un consejo que he leído cientos de veces en revistas, blogs divulgativos y libros y que cada vez que lo leo no dejo de asombrarme, por lo absurdo que me parece.
"Cuando tu hijo duerma, no aproveches para hacer las cosas de la casa: descansa tu también".
Quizá me parece absurdo el consejo porque yo no soy una super-woman, sino una mujer corriente, a la que el cansancio hace mella, pero que no por ello va a dejar que su casa se convierta en una pocilga. Quizá es que no he desarrollado suficientemente el don de la ubicuidad o que existen mujeres mucho más hábiles que yo que son capaces de atender a un bebé despierto mientras hacen todas las tareas de la casa. (y no digo ya si tienen otros niños, ¡es admirable!). Porque si no, no lo entiendo.
Si cuando mi hijo duerme, yo duermo, eso significa que debo cocinar, limpiar, comer y ducharme (tareas súper básicas) mientras él está despierto. Pues que me expliquen cómo. La capacidad de entretenerse solo de un recién nacido es igual a cero, por no hablar del hecho de que en las primeras semanas se juntan las tomas, los cambios de pañales...Y cuando el bebé ya va teniendo dos meses o tres, su capacidad de entretenerse con algún juguetito no supera los 10 ó 15 minutos, tirando por lo alto. El resto del tiempo suele requerirte a su lado y, la verdad, no veo cómo se puede cocinar y atender al bebé a la vez, o limpiar el baño.
Las dos primeras semanas después de la reincorporación de mi marido al trabajo, de hecho, tenía que desayunar y comer con el niño en el brazo izquierdo para que parara de llorar, comimos precocinado todos los días y no se limpió el baño, al margen de que mi higiene personal fue más que deficiente. Como para no aprovechar para hacer alguna cosa, aunque sólo fuera ducharme, cuando al final caía dormido.
Así que yo, que debo ser súper imperfecta, cuando mi bebé se duerme, corro por toda la casa, tratando de hacer el máximo número de tareas en el menor tiempo posible, antes de que se despierte. Y este consejo lo veo absurdo, pero absurdo de verdad.