Por Hogaradas
Ya hablamos en su día de los cuidados para el rostro que debemos tener en cuenta con la llegada del frío, pero como no solamente es nuestra cara la que debe estar sana y presentar un buen aspecto, hoy vamos a hablar también de los cuidados para nuestro cuerpo.
Lo importante es conseguir un producto hidratante de larga duración que incorpore activos con alta capacidad de penetración.
En el caso del rostro, debemos elegir texturas ligeras tipo fuido o gel-crema, que además de activar el sudor, se absorben rápidamente. Existen hidratantes que contienen principios activos que captan la humedad ambiental, hay otras que recuperan el manto hidrolipídico para frenar la evaporación, otras cuentan con activos que contribuyen a mejorar la estructura de la piel para que retenga más agua. Lo ideal es elegir la hidratante que sea más completa.
El frío afecta sobre todo a las pieles más secas y maduras, que pierden el cemento que mantiene unidas a las células de la piel. Para recuperar la falta de lípidos en nuestro cuerpo deberemos aplicar en las zonas más ásperas y a diario una crema que nutra a fondo nuestra piel. Si está extremadamente seca, la solución puede ser ańadirle unas gotas de aceite corporal, por ejemplo, a base de argán.
La textura de moda es sin duda la del aceite. Los nuevos son secos, nada pringosos y dejan la piel satinada y perfumada. Son perfectos para las pieles tirantes, más apagadas, extrasecas y maduras. Aplícalos en codos, rodillas y la parte anterior de la entrepierna, y utilízalo directamente o como hemos comentado ya, mezclando unas gotas con la hidratante corporal.
Y además de los cuidados externos debemos hablar una vez más de la nutricosmética. Es un proceso más lento, ya que se requiere un mínimo de tres meses para ver los resultados. los comprimidos con aceites vegetales (onagra, borraja) son ricos en ácidos omega 3 y 6, y contribuyen a reforzar la barrera cutánea y retienen el agua en la piel.
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