Que la imagen personal y lo que trasmitimos es muy importante a nadie le cabe la menor duda. Pero muchas veces estamos tan inmersos en mejorar nuestro currículo, redactarlo adecuadamente, hacer la carta de presentación correcta, reciclarnos en los idiomas, aprender informática…que llega el día de la ansiada entrevista personal y nos ponemos el traje de chaqueta de hace 5 años que un día nos compramos en el corte ingles esperando una entrevista de trabajo, sin darnos cuenta de los anticuado está.
Yo creo que aún no somos suficientemente consciente de lo importante que es cuidar nuestra imagen como apoyo fundamental de nuestro expediente académico. Y sobre todo en estos días de súper saturación de imágenes es muy importante que sepamos gestionar y comunicar de manera efectiva a través de nuestra imagen física.
He recopilado unos cuantos datos muy objetivos (para los que todavía dudan) para que reflexionemos y nos hagamos la pregunta de si estoy poniendo mi imagen a favor o en contra de mí mismo.
En una reciente escuela realizada a más de 2000 directores de RRHH el 33% afirmó que en los primeros 90 segundos deciden si contrataran a ese candidato por su aspecto físico.
Ahora fijaros en los siguientes datos:
Fundamentalmente en lo que primero que nos fijamos y que nos hace formar una opinión inicial sobre una persona nueva es en la manera de vestir, actuar y moverse. Es decir que la información visual que trasmite una persona determina de una manera fundamental la idea que nos hacemos de ella.
Estamos bombardeados de imágenes todo el día, tenemos en nuestra cerebro una gran cantidad de arquetipos, estereotipos, ideas preconcebidas, etc…de la personas según su forma de vestir y comportarse. Muchas veces no tiene nada que ver lo que vemos en el exterior con la vida y la personalidad de la persona, pero hasta que lo descubrimos pasa un tiempo. Si somos inteligentes y manejamos nuestra imagen a nuestro favor podemos reducir significativamente ese tiempo y ofrecer a las personas desde el primer momento esa información que queremos dar.
¿Qué quiero conseguir? ¿Qué deseo que piensen de mí? Quiero conseguir ese puesto de trabajo sea como sea, por lo que si he descubierto que para esa empresa es muy importante que sus empleados vayan discretos y funcionales, yo me vestiré así, aunque no sea mi estilo. O al contrario, como no es mi estilo y en un futuro no me voy a sentir bien vistiendo siempre así, voy a ir vestida como suelo hacerlo y si no me cogen… pues mala suerte, pero quiero que me conozcan como soy desde el principio.
Decisiones sobre tu imagen hay miles. Solo tú puedes decidir cuál es la más adecuada, según los objetivos que desees conseguir. Pero tienes que tomar decisiones, no dejes la imagen al azar.
También me ha resultado revelador el dato del 70% de entrevistadores que no les gustan que los candidatos vayan excesivamente a la moda. Supongo que esto puede ser por lo mismo, seguir las directrices al pie de la letra de una revista no habla mucho de ti, no dice mucho de tu personalidad. O tal vez dice precisamente que ees una persona sin iniciativa, que sigue las tendencias sea como sea.
Consejos fundamentales para la entrevista de trabajo
- Estudia la imagen corporativa de la empresa, y recopila información de cómo visten las personas que trabajan allí en el día a día. Investiga si hay un dress code (código de vestir) y si lo siguen con mayor o menor rigor. Toda la información que puedas recopilar será válida para formarte una idea real de cómo se viste en esa empresa.
- Una vez que tengas claro el panorama, piensa en ti. Examina tu estilo y tu forma de vestir de cara al trabajo (no cuando vas de fiesta o con tus amigos). Imagínate que te contratan y tienes que pasar allí 10 años trabajando. Si nunca jamás llevas tacones y aquí los exigen tendrás que imaginarte con ellos todos los días durante 10 años.
- Toma una decisión real que haga que te sientas bien y que se cumplen tus objetivos. Si es el trabajo de tu vida y el precio es llevar tacones, pues a lo mejor te compensa. O no. Solo tú puedes decidirlo. Pero hazlo con consciencia y responsabilidad.
- Piensa que la decisión que tomes la tienes que mantener en el tiempo. También es un fraude hacer creer a la persona que te contrata que eres una persona súper elegante que tu impecable traje sastre, y luego a los 6 meses encontrarse todos los días con una mujer desaliñada cada mañana que ya no tiene tiempo ni de ponerse rimmel.
Espero que os hayan servido estos consejos para cuando os tengáis que enfrentar a una entrevista de trabajo, y si queréis una asesoría de imagen personalizada conmigo donde podemos tratar y analizar todas estas cosas, estaré encantada de ayudaros.