Consejos para afrontar una marcha de MTB

Apuntarnos a una marcha acorde con nuestras aptitudes

Este primer consejo es muy importante si lo que queremos es disfrutar de la prueba y no morir en el intento, y tendremos que tener en cuenta tres factores:

1. La distancia de la prueba: tendremos que apuntarnos a una marcha cuya distancia podamos aguantar con ciertas garantías. No tiene sentido que si habitualmente hacemos rutas de máximo 50 o 60 km, nos apuntemos a una marcha de más de 100 km. Existen muchas probabilidades de que no podamos terminar la prueba, y si lo conseguimos lo haremos sufriendo muchísimo.

2. El desnivel: además de la distancia, el desnivel es otro factor clave a tener muy en cuenta. Si como en el caso anterior, estamos acostumbrados a hacer 50-60 km, y además son km más bien llanos (300 – 400 m de desnivel positivo), hay que tener muy en cuenta la dureza de la prueba, ya que si ésta tiene 60 km, pero un desnivel positivo de más de 1.000 m, nuestro cuerpo no está acostumbrado a tales desniveles, y seguramente suframos más de la cuenta si es que logramos terminar.

3. La dificultad técnica: este último factor también es muy importante, ya que hay bikers que disfrutan de los tramos excesivamente técnicos porque son muy habilidosos con la bicicleta, y que se aburren en marchas que sean muy rodadoras, y sin embargo hay otros no tan habilidosos que en tramos con una cierta dificultad tienen que poner pie a tierra, y sin embargo disfrutan de las marchas más sencillas técnicamente.

La suerte que tenemos en España es que hay multitud de marchas de MTB: más largas, más cortas, con mucho desnivel, con poco desnivel, muy técnicas y poco técnicas. Por lo tanto lo ideal es elegir aquella que mejor se adapte a nuestro nivel.

Puesta a punto de la bicicleta

Es muy importante para poder disfrutar de una marcha, no dejar nada al azar. Por ello, llevar revisada la bicicleta es fundamental. Deberemos comprobar la transmisión, para asegurarnos de que la bicicleta cambia perfectamente. Tendremos que comprobar también los frenos, que las pastillas de freno o las zapatas no estén excesivamente desgastadas, y también habrá que comprobar el estado de las cubiertas, tanto la presión como el estado general de las mismas.

Material de supervivencia

En cuanto a material de supervivencia nos referimos a aquellas herramientas o recambios básicos que nos pueden “salvar la vida” en el caso de que tengamos alguna avería o algún percance no deseado. Es importante por lo menos llevar una cámara de repuesto y una bomba, por si pinchamos. También es recomendable llevar un cierre rápido por si partimos la cadena. Y por último es imprescindible llevar una multiherramienta que incluya tronchacadenas. La multiherramienta nos permitirá ajustar todos los tornillos que llevamos en nuestra bicicleta, y el tronchacadenas nos permitirá quitar eslabones de la cadena para poder utilizar el cierre rápido.

Alimentación

Aunque la mayoría de las marchas de MTB tienen uno o varios avituallamientos (dependiendo de la distancia y dureza de la prueba), es recomendable que siempre llevemos, además del agua o bebida isotónica para hidratarnos, algo de comida, ya sean barritas energéticas, geles, algún plátano, frutos secos, etc. En el tema de la alimentación cada maestrillo tiene su librillo, y lo principal es llevar aquello que sabemos que nos funciona y nos sienta bien. Es mejor no experimentar con la alimentación cuando vayamos a una marcha, así nos aseguraremos de que no tendremos ningún problema gastrointestinal.

Meteorología

Es importante echar un vistazo a la previsión meteorológica de la zona en la que se va a disputar la prueba, ya que dependiendo de las condiciones climáticas, elegiremos una ropa u otra.

Disfrutar

Este es el consejo más importante de todos, y por el cual la mayoría de los bikers deciden apuntarse a una marcha de MTB. Hay que disfrutar todos y cada uno de los momentos que se viven en la marcha: los nervios antes de la salida, los primeros kilómetros, los momentos de tensión, los momentos de sufrimiento, pero sobre todo la llegada a meta, en la que ya estás pensando en apuntarte de nuevo a otra marcha.

Imagen de Juan Antonio Pellicer Alcaraz