Seguro que a estas alturas ya tienes superada la vuelta al cole e imagino que, como la mayoría, habrás aplicado algún truquillo para ahorrarte unos euros y que el agujero tras las merecidas y costosas vacaciones - si has tenido la suerte de disfrutarlas - no llegue a lo más hondo. Así de primeras se me ocurren algunos trucos que puedes haber usado para ahorrar en la vuelta al cole, como no dejarlo todo para última hora y tener tiempo de comparar precios; mirar en tiendas online, pero sin descartar comercios locales que ofrezcan promociones interesantes (como en nuestro caso, que nos bonifican el 10% de lo gastado en los libros para comprar el material); aprovechar el material que ya tenías en casa; evitar las licencias de personajes en la medida de lo posible (¿has probado a tunear las libretas con pegatinas de sus personajes favoritos?); heredar ropa y/o comprarla en rebajas, o acogerte a bancos de libros si en tu colegio tienes esa posibilidad.
Como digo, es muy probable que tus hijos hayan empezado ya las clases y lo lleven todo listo gracias a que tú, con mayor o menor previsión y ahorro, lo has hecho posible, no sin gran esfuerzo. Pues no es por desanimarte, pero la cuesta de septiembre es solo el principio - si no eres novel en esto de la escolarización ya sabrás a qué me refiero -. Durante el curso escolar te darás cuenta de que si septiembre casi nos trae la ruina, el resto del año no deja que nos recuperemos con los gastos extra que van apareciendo o las cosas innecesarias de las que no nos privamos. Con dos hijos en el colegio y una experiencia de casi seis años como mamá de colegio, sé de lo que hablo.
Así que aprovechando que Madresfera nos ha animado a publicar sobre ello, hoy te traigo, sin que los pidas, tres consejos para ahorrar tras la vuelta al cole. Puede que no llegues a necesitar ninguno de ellos, pero es posible que tarde o temprano acabes agradeciéndolos.
Lánzate y propón organizar el tema de los cumpleaños de la clase de forma conjunta, y hazlo antes de que empiecen a llegarte un montón de invitaciones a fiestas que te dejarán vacío el bolsillo y tu vida social. Sí, ya sé que si no conoces al resto de madres y padres esto puede darte cierto reparo, pero te aseguro que, salvo que tengas claro clarinete que no vas a dejar a tu hijo ir a cumpleaños (ahí no me meto), no te arrepentirás de haberlo hecho. Y si no te ves proponiéndolo tú, intenta convencer a otra mami de tu confianza para que lo haga ella.
Como ya os conté en este post sobre los cumples del cole, en la clase de mi hija mayor lo propuse yo y todo el mundo aceptó. Se dieron varias opciones y entre todos decidimos que se harían tres cumpleaños al año. En cada cumpleaños las mamás (y un papá) de los cumpleañeros buscan el sitio, ponen fecha, lo dicen al resto de la clase y compran los regalos, para todos el mismo. Siempre los celebramos en sitios de esos que se paga por niño, con parque de bolas, actividades y merienda, así que cada madre paga la entrada de su hijo o hijos si van al cumpleaños y listo. Luego cada adulto pide y paga su consumición al momento. A poco que tengas un hijo o hija sociable te ahorras un pico si participas de este sistema, ya que de esta forma el único gasto que tendrás será el de la entrada a las tres celebraciones del año y el regalo de tu hijo cuando sea cumpleañero, que suele rondar lo 15 €. En la clase de mi hijo pequeño lo hacemos igual, salvo que a la entrada de cada niño se suma el piscolabis de los padres; nos sale algo menos económico que con la mayor, pero nos vamos a casa merendados jeje.
El segundo consejo que te ofrezco es planificar con antelación los almuerzos y las meriendas de tus hijos y dejarlos preparados la noche de antes siempre que sea posible. Esto evitará que, debido a las prisas por salir de casa para ir al colegio, les cojamos cualquier cosa del armario, como bollería industrial, que además de insana resulta menos económica. En el post Ideas de almuerzos para llevar al colegio tenéis varias propuestas; yo suelo ponerles fruta y vegetales, como pepino, pimiento o zanahoria, tres o cuatro días a la semana; también algún día frutos secos, y normalmente el viernes dejo que se lleven dulce. Y por las tardes bocadillitos. Cuando no lo he preparado con tiempo acabo llevándoles cualquier cosa o comprando algo en la cafetería.
Un gasto importante por el inicio de las clases es el del uniforme o la ropa y el calzado. En nuestro colegio se lleva uniforme y veo a muchos padres que lo compran todo cada inicio de curso. Nosotros solo lo hicimos el primer año; ahora vamos comprando sobre la marcha, según veamos la necesidad. Mis hijos empiezan el curso con lo que ya tienen del anterior y cuando algo se les queda pequeño o se estropea vamos a comprarlo. Y por supuesto no compramos lo de invierno en septiembre.
Con Bruno tenemos la suerte de que nos pasan los pantalones del cole unos amigos y el resto suele heredarlo de su hermana, así que lo único que hay que comprarle es calzado y algún polo. A Marcela sí se lo compramos todo, pero teniendo en cuenta que la falda le sirve durante varios cursos y que el resto lo va a heredar su hermano, pues lo tenemos como bien amortizado.
Lo más costoso es el calzado, que lo compramos bueno y les dura, con suerte, un curso. Aquí el truco que utilizamos para ahorrar es comprarlo en alguna promoción de las que salen en verano en algún outlet de ventas privadas, tipo Privalia, BuyVip o Vente-Privee.
Si tus hijos no usan uniforme en el colegio y no eres de las muy previsoras es posible que aún no hayas comprado lo del próximo invierno y que estén utilizando lo que llevaron en la primavera pasada. No sé vosotros, pero a mí esto del entretiempo me vuelve loca, que no sabes si frío o calor, así que yo no suelo invertir mucho. Mi consejo si no compraste la ropa para la próxima temporada en las rebajas de la anterior, es que te cargues ahora solo de lo imprescindible y esperes a las rebajas de enero para comprar el resto, que total en nada están ahí. Habrá sitios en los que pronto será necesario abrigarse, pero aquí en Castellón aún nos quedan unos meses de ir ligeros de ropa, así que seguro que no es difícil aguantar un mes de frío con la ropa que ya tenemos o comprar solo lo necesario.
Y por supuesto, no olvides etiquetar la ropa que pueda perderse, bien con un simple rotulador permanente o bien con etiquetas personalizadas, como las de Tutete">Tutete">Tutete, que sabéis que nos encantan.
Y ahora espero que hagáis uso de estos consejos y os ahorréis así un dinerillo. Seguro que vosotros podéis darme otros que me ayuden a mí, así que los espero en los comentarios.