Con estos tiempos que corren parece que irse de vacaciones es todo un lujo, pero la verdad es que es posible disfrutar de unas buenas vacaciones sin tirar la casa por la ventana. Dependiendo de a qué parte del mundo vayáis, encontraréis muchas maneras de estirar vuestro presupuesto de viaje. Hay que estar bien informado, es cierto, pero no tiene porque ser complicado disfrutar de unas vacaciones baratas.
Barato pero chic
Para empezar, aseguraros de que elegís una buena opción en cuanto a alojamiento. Por suerte los hostales y la industria del alojamiento en general han cambiado mucho últimamente, así que encontraréis establecimientos baratos sin tener que sacrificar algunos pequeños lujos que encontraréis en grandes hoteles.
Este tipo de hostales chic están pensados para la nueva generación de viajeros, para mochileros, familias y grupos de amigos que buscan la máxima comodidad. Este tipo de viajeros quieren sacar el máximo partido a su estancia por un precio económico (y estamos hablando de WiFi, habitaciones privadas, desayuno gratuito y otros extras), así que hay hostales dispuestos a satisfacer sus necesidades.
Viajar en familia
Los viajes en familia pueden resultar muy caros, pero gracias al aumento de hoteles y hostales baratos este tipo de vacaciones pueden también convertirse en un deseo asequible. Encontraréis hoteles familiares disponibles que ofrecen habitaciones privadas con baño, que no tienen nada que ver con una habitación compartida.
Además, suelen ofrecer muchas opciones de entretenimiento: zonas comunes donde podréis descansar y ver la televisión, actividades al aire libre para niños (como ping-pong o piscina) y zonas con bar para los padres.
Comer barato
¡Comer barato durante las vacaciones no significa ir siempre de fast food! En general, si no os sentáis a comer las comidas serán más baratas. Los puestos de comida, los mercados, los cafés y los bares con comida para llevar son muy buenas opciones. A veces la comida de puestos ambulantes puede ser riquísima, desde arancini en Sicilia hasta crêpes en Francia.
En las ciudades europeas intentad encontrar restaurantes menos “pijos” como trattorias, tabernas o bistros. A veces los locales con apariencia más humilde sirven comida excelente. Y sobretodo, intentad alojaros de las zonas más turísticas porque los precios suelen ser de escándalo.
Muchos hostales, además, ofrecen cocina así que es otra posibilidad para ahorrar dinero. En vez de pagar tres comidas al día, haced una reserva en un hostal con cocina y preparaos el desayuno (si no está incluido) y el almuerzo. Después, para la cena, ya podréis probar algún plato típico del país y tendréis más margen en vuestro presupuesto.
Situación
Hay muchos tipos de hostales y en muchas zonas. Por eso es aconsejable investigar un poco antes de iniciar vuestro viaje. Tanto si buscáis un hostal joven, de diseño, grande o pequeño, aseguraos de que está cerca de las atracciones y zonas de la ciudad que os interesa ver. Así podréis ahorrar en transporte público y también en tiempo.
Está muy bien conseguir el hostal más barato, pero si luego tenéis que gastaros una fortuna en taxis, autobuses, metros, … puede que no merezca la pena.
Precaución
Es cierto que hay mucha gente dispuesta a ayudar de manera honesta, pero por desgracia también existe lo contrario. Hay quienes esperan la oportunidad perfecta para timar y estafar a un turista perdido. Para evitar cualquier sorpresa desagradable, intentad no comprar entradas ni billetes en tiendas no oficiales, preguntad el precio del trayecto ANTES de subiros a un taxi y tened la cartera controlada en todo momento.
Ya veis que vigilando un poco y utilizando el sentido común podréis ahorraros experiencias desagradables. Si algo parece demasiado bonito para ser verdad, probablemente tendréis razón.
Gracias por las fotografías a attercop311, rolands.rakis, Brisbane Falling, J-Cornelius y koalazymonkey en Flickr.