Revista Diario

Consejos para cuando tu hijo se orina encima

Por Zulema @MamaEsBloguera

Muchos niños se siguen orinando encima, aunque ya no tienen edad para ello. Y esto les sucede ya sea estando despiertos, como en la cama. Que pase una vez, de manera esporádica, no tiene porque preocupar a sus padres, pero sí si es una conducta repetitiva.

Los padres deben preocuparse de un niño que presenta enuresis, es decir, que se orina encima al menos dos veces por semana, durante un mínimo de 3 meses.

Y, a nivel médico, da igual si lo hacen de manera involuntaria o no.

También hay que tener en cuenta la edad del pequeño, ya que los médicos consideran que es normal no tener control pleno de los esfínteres hasta los 3 años durante el día, y –en algunos casos – hasta los 6, por la noche. Si el niño es mayor y sigue teniendo problemas de incontinencia urinaria, es necesario consultar con el pediatra.


Causas de la enuresis infantil


Lo primero que deben tener muy claro los padres es que un niño no se hace pis encima porque sí. Las causas por las que se orina pueden ser innumerables, pero siempre habrá una, ya sea física o psicológica.

A nivel psicológico, un niño vuelve a orinarse en la cama cuando se siente inseguro por algo, como la separación de sus padres, o la llegada de un nuevo hermano. También puede ocurrir que el pequeño crea, de alguna manera, que necesita llamar la atención por algo, o que tenga problemas familiares que le hagan emocionalmente inestable.

Por lo tanto, los padres deben empezar a pensar en qué puede estar provocando esta reacción en su hijo, e intentar solucionarlo. Si solo lo riñen y humillan pretendiendo que deje de hacerlo, conseguirán el efecto contrario, es decir, que el niño esté aun más nervioso, y se lo haga encima más a menudo.


El tratamiento de la enuresis infantil


A partir de los 5 ó 6 años, se puede aplicar en el niño con problemas de incontinencia urinaria un tratamiento sin medicación que logre que el niño vaya al baño por la noche y, por lo tanto, no se haga pis encima.

Las bases de este tratamiento consisten en motivar al pequeño, y concienciarle de que puede levantarse para ir al baño a plena noche. Para lograrlo, es importante facilitarle el ‘camino’, dejando puertas abiertas y alguna luz encendida. También es importante que no beba mucho de líquido durante las dos horas previas a ir a la cama.

Igualmente, es importante que acostumbremos al niño a que orine antes de irse a la cama, para que así vaya a dormir con la vejiga vacía y, sobretodo, que no se le pongan pañales, ya que le convertiríamos de alguna manera en un bebé, y volvería a retroceder en el tiempo. Es muy importante que el niño no pierda su autoestima, aunque tenga este problema.

Finalmente, los expertos recomiendan que, cuando el niño se haya orinado en la cama por la noche, se le haga participar en la limpieza de la ropa por la mañana, no como un castigo, sino como una manera de hacerla entender las consecuencias de lo que hace.


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