La espalda acusa especialmente los cambios de rutina, no sólo físicamente, sino también de forma somática: los nervios, los preparativos, la tensión que se acumula por dejar todo listo antes de marcharnos, por conseguir el viaje perfecto, por llegar a todas las excursiones programadas, etc.
El autor del libro "Tu eres tu medicina", Ata Pouramini, director de Quiropractic Valencia nos ofrece estos consejos para evitar que nuestra espalda sufra estas vacaciones:
1. El primer consejo tiene que ver con las expectativas que nos hemos impuesto para estos días de verano. No se trata de que sea perfecto, si estas expectativas son muy elevadas vamos a sufrir estrés y la espalda se va a resentir. Relájate y veranea, simplemente. Evitarás contracturas nerviosas.
3. Si por el contrario, te espera el mar, cuidado con las chanclas. No sólo por las torceduras de tobillo y esguinces, a la orden del día, sino por los problemas de espalda asociados a caminar con ellas. Este calzado está diseñado para la arena de la playa, no para el asfalto. Ni siguiera para el paseo marítimo. Son absolutamente planas, carecen de cualquier diseño anatómico y producen dolores que llegan hasta la zona lumbar.
4. Los tacones, siempre peligrosos para la espalda, en verano ofrecen unos diseños abiertos, sin apenas sujeción lateral ni posterior. El talón suele quedar al aire, lo que aumenta el desequilibrio del cuerpo que produce este calzado y que soporta la columna vertebral, con lo que las molestias pueden producirse en toda la espalda.