Los pies soportan todo el peso del cuerpo. Además, aguantan caminatas largas y sufren, en ocasiones, las consecuencias de llevar zapatos de tacón. Por todo ello, cuidar los pies es muy importante. Así, se sentirá un mayor bienestar y se cuidará la salud. Además, en verano se tendrá presente su belleza, dado que es una época del año en que se muestran más.
Es precisamente durante la temporada estival cuando los pies más se estropean por las altas temperaturas de la arena de la playa, las tiras de las sandalias o el cloro de las piscinas.
En esta época del año es muy normal que los pies presenten más sequedad y se noten más ásperos que en invierno. Por ello, no hay que olvidar hidratarlos mucho.
La higiene es sumamente importante. Hay que secar los pies muy bien después de cada ducha. Se pondrá especial atención en el espacio que queda entre los dedos y en el pliegue que queda en la unión de los dedos con la planta.
Se puede usar tras el lavado de los pies un antitranspirante o cualquier producto secante, porque la sudoración en exceso puede dar lugar a que la piel que se encuentra entre los dedos se agriete.
Cómo evitar las durezas
Las durezas, las rozaduras y las ampollas están a la orden del día en esta época del año. Esto se debe al roce de los zapatos en los pies desnudos.
Si se quiere huir de ellas, hay que intentar adquirir un calzado que sea cómodo y de gran flexibilidad para que no apriete en ningún momento.
Es aconsejable también cambiar de zapatos de manera habitual y alternar calzados que sean de alturas diferentes para cuidar, no solo los pies, sino también la espalda.
El uso de la piedra pómez
La piedra pómez es ideal para la eliminación de durezas, sobre todo las que hacen su aparición en las zonas de la piel más rugosas como, por ejemplo, los talones.
Es recomendable pasar la piedra pómez sobre esas áreas al menos una vez a la semana, si se quieren unos pies perfectos todo el verano y lucir unas sandalias sin problemas.
Evitar los hongos
Es muy importante tener presente siempre la posibilidad de que aparezcan hongos en los pies. En este sentido, habrá que poner especial cuidado durante esta época del año. Una ducha en un lugar que sea público o después de salir del gimnasio es mucho más arriesgado de lo que se piensa.
Se trata de una afección muy desagradable y molesta que da lugar a un enorme picor en los pies.
El uso de un buen calzado
Entre los consejos para cuidar los pies y evitar hongos merece un lugar destacado el empleo de un buen calzado. Se deben utilizar en todo momento chanclas de goma en lugares donde hay peligro de infecciones como la playa, la piscina, saunas, baños públicos o gimnasios, así como otros sitios húmedos con posibilidades de que haya agua en el suelo.
También es aconsejable el empleo de chanclas en los hoteles, tanto en la habitación como en la ducha, sobre todo si existe moqueta en el suelo.
En el resto de las situaciones, los zapatos deben hacer posible que exista una buena transpiración y estar realizados con materiales naturales. De esta forma, se evita que suden los pies y se recalienten, lo que hará también que proliferen los hongos. Hay que cambiar los calcetines y el calzado de forma diaria.
En conclusión, el cuidado de los pies es importante siempre, pero sobre todo en verano. Hay que tener muy presente la hidratación, la exfoliación y la eliminación de piel muerta, así como el uso de un buen calzado.