El verano es una época muy especial que se debe disfrutar con el bebé, ya que también hay que recordar que nunca se volverá a esas edades, nunca se disfrutará como en ese momento con el bebé, por eso hay que hacer los máximos huecos para disfrutarlos con el pequeño o la pequeña de la casa.
Lo principal es que el bebé se mantenga bien hidratado, ya que más que en cualquier época es proclive a la deshidratación. Para ello debe beber en más ocasiones, aunque no por ello en más cantidad cada vez, con pequeñas tomas, si el bebé toma leche materna será esto lo que le de la suficiente agua al día aumentando las tomas, y sino puede beber agua en más cantidad que la habitual. Esto es principal, porque si el bebé se encuentra bien mejor.
También hay que extremar los cuidados y la seguridad del bebé, esto también es básico para el verano con el bebé. Además, hay que alimentar adecuadamente al bebé y protegerlo del sol, la piel de los bebés es muy sensible en esta época.
Una cosa muy divertida que se puede hacer con el bebé son los juegos al aire libre, los juegos en la playa o en la piscina o incluso los juegos en la propia casa. Todo combinado puede ser genial, el bebé disfrutará más que nunca.
Mantener las rutinas pero no a rajatabla, en ocasiones es necesario cambiarlas un poco. Para poder flexibilizarlas más se puede tomar medidas alternativas, por ejemplo si el bebé tiene que estar fuera de casa se pueden llevar algunos de sus juguetes preferidos, etc.
Pero sobre todo, lo más importante va a ser pasar tiempo con ellos. Puede ser una buena idea ir a algún sitio de vacaciones, siempre que el bebé pueda, pero en cualquier caso, fuera o dentro, hay que dedicar el máximo tiempo posible al bebé, sobre todo si se está de vacaciones de un trabajo absorbente que no deja tiempo para el bebé.