La piel de los recién nacidos es mucho más suave que la nuestra. La piel es la barrera más importante contra las influencias externas y debemos cuidar bien la piel de nuestro bebé para darle todo lo que necesita para estar fuerte y sano.
Los recién nacidos nacen directamente del útero al mundo exterior, rodeados de líquido amniótico y todo lo que los rodea es nuevo. Como ser humano pequeño y subdesarrollado, tu piel de repente queda desprotegida y protegida de daños e impactos.
Definitivamente quieres lo mejor para tus hijos y te preocupas por su salud. ¿Pero sabes cómo cuidar la piel de tu bebé recién nacido? Te contamos por qué es importante y qué detalles se deben tener en cuenta para que la piel del bebé se desarrolle de la forma más saludable posible en los primeros meses de vida.
La piel del recién nacido
La piel de un recién nacido es cinco veces más fina y más delicada que la de un adulto. Actúa como una barrera protectora contra el mundo exterior, por lo que a veces puede sufrir innecesariamente y reaccionar como una señal de advertencia.
Cuando los bebés son pequeños, utilizan el sentido del tacto para comunicarse con su entorno. Sus otros sentidos, como la vista y el oído, aún no están completamente desarrollados, por lo que pueden sentir a través de su piel los cambios de temperatura, la textura de los objetos y, por supuesto, a su madre y a su padre. Durante los primeros meses, la piel juega un papel muy importante en el desarrollo del niño.
A través de la presión, la fricción y otros contactos, los bebés aprenden más sobre sí mismos, las personas que los rodean y el mundo en general. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la piel del bebé también es muy sensible. Mucho más que el antiguo. Si se detecta un riesgo leve, puede aparecer una erupción, eccema u otra reacción en la piel del niño, lo que indica que algo anda mal y se deben tomar medidas.
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Elegir productos que cuiden la piel de tu bebé es uno de los pasos más importantes para evitar daños en la piel de tu bebé. Ya sea bañarse, cambiar pañales o cuidar y curar eccemas sensibles o reactivos, los productos naturales y veganos de Weleda están diseñados para prevenir, proteger y calmar
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La piel de los recién nacidos es mucho más sensible que la nuestra. Como principal barrera protectora del mundo exterior, debemos prestar mucha atención a la piel de nuestro bebé y darle todo lo que necesita para mantenerse fuerte y saludable.
Un bebé recién nacido sale del útero rodeado de líquido amniótico y sale directamente al mundo exterior. Allí todo lo que te rodea será nuevo. Para este pequeño humano que aún tiene que crecer, su piel cambia repentinamente de protección a protección contra lesiones y golpes.
Sin duda quieres lo mejor para tu hijo y su salud es importante. Pero, ¿sabes exactamente cómo cuidar la piel de tu recién nacido?, ¿qué importancia tiene y en qué detalles para el óptimo desarrollo de la piel de tu bebé en los primeros meses de vida?, explica a qué debes prestar atención.
Los problemas de la piel más comunes en los bebés
Los problemas de la piel son comunes en los bebés. Más allá de la imaginación de nuestros padres. En la mayoría de los casos, estos no son problemas graves y pueden resolverse fácilmente con un poco de cuidado.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que si los síntomas son leves, se debe actuar lo más rápido posible y buscar tratamiento de manera oportuna. Los problemas dermatológicos más importantes de los niños pequeños incluyen los siguientes:
Eczema: piel seca, escamosa y fácilmente inflamable. Pueden aparecer pequeñas protuberancias rojas y ampollas.
Dermatitis del pañal: esta es la afección más común que más teme a los padres. Esto puede provocar sensibilidad y enrojecimiento en la piel que entra en contacto con los pañales mojados.
Sudamina: También conocida como picazón. Se trata de pequeños granos que aparecen en los pliegues de la piel o zonas de roce debido al exceso de sudoración.
Dermatitis seborreica: comúnmente conocida como costra láctea. Se trata de una forma muy común de caspa en el cuero cabelludo de los recién nacidos que desaparece por sí sola.
Granitos de bebé: Debido al efecto de las hormonas de la madre sobre el bebé, aparecen pequeños granos en la cara u otras partes del cuerpo. Si bien algunas de estas afecciones de la piel son inevitables y ocurren de forma natural en los bebés, hay otras que podemos prevenir.
Basta con cuidar la piel de un recién nacido para que no la dañe y no nos avise con un despertador especial.
Cómo cuidar la piel de tu recién nacido
Si quieres evitar la mayoría de los problemas con la piel de tu bebé, debes prestar atención a los cuidados básicos, especialmente en los primeros meses de vida. En esta etapa, el niño necesita ayuda adicional para que la piel pueda desarrollarse plenamente y cumplir sus funciones protectoras en el futuro.
Cambios frecuentes de pañales
Muchos problemas de enrojecimiento e irritación de la piel son causados por el uso de pañales y la presencia constante de humedad. Trate de revisar el pañal de su bebé con regularidad y cámbielo rápidamente cuando orine o haga pis.
Aprovecha para dejar que tu piel respire durante unos minutos, luego coloca un pañal limpio y espera hasta que esté completamente seco. Por supuesto, también puedes utilizar la pomada si notas que tu hijo tiene hematomas en una zona determinada.
Utilice un jabón suave
A la hora de bañar a un bebé, es importante elegir un jabón neutro con un pH máximo de 5,5 a 7. El jabón que utilizamos los adultos es alcalino, pero la piel de los bebés necesita lo contrario a la alcalinidad.
Con jabón para bebés de alta calidad, especialmente para recién nacidos, podrás lavarte el cuerpo y la cabeza fácilmente. Recuerde no usar el baño con demasiada frecuencia a menos que su bebé se ensucie. No tenemos que lavarlo todos los días.
Crema para el cuidado de la piel
Además de la base, su recién nacido necesita una crema corporal especial para proteger su piel. Lo mejor es utilizar cremas suaves y lociones humectantes. Elige tu favorito.
Estas cremas son buenas después del baño para una máxima hidratación. Aplicar sobre la piel ligeramente húmeda para mejorar las funciones naturales y la salud de la piel.
Evitar temperaturas extremas
El frío o el calor extremos no son buenos para la piel del bebé. Si las temperaturas demasiado altas o demasiado bajas afectan la piel de nuestros adultos, imagina lo que experimentará la piel de un bebé recién nacido.
No coloque al bebé bajo la luz solar directa ni en lugares fríos. Su bebé no puede saber si tiene frío o calor, pero usted podrá saberlo más tarde tocándole la cabeza o el cuello si necesita actuar antes de que la piel reaccione.
Viste al bebé con ropa transpirable
Otro consejo de los dermatólogos pediátricos: viste a tu bebé con ropa suave y confeccionada con tejidos transpirables. El cuerpo de un recién nacido aún no ha desarrollado un mecanismo para regular la temperatura corporal, por lo que la ropa actúa como una segunda piel, disipando el exceso de calor o previniendo resfriados.
Los tejidos como el algodón o el lino orgánico son los mejores. Elige ropa de bebé confeccionada con tejidos naturales y viste a tu bebé según la temperatura de la estación para evitar que su piel desarrolle eccemas y sude.
¿Cuáles deberían ser los productos para niños?
Recuerda que la piel de los niños requiere productos de higiene y cuidados muy especiales y más suaves que la piel de las personas mayores. Es importante elegir medicamentos específicos para recién nacidos y evitar alternativas naturales que puedan no ser 100% seguras.
¿Qué tan suaves son los productos para el cuidado del recién nacido? Echemos un vistazo a las características más destacables:
– Ingredientes naturales
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– Alta protección de la piel
– Protege la barrera cutánea natural
– Completamente seguro para bebés
Esperamos que con estos consejos disfrutéis de vuestro bebé con la piel sana. Cuidaros mucho y nos leemos en la próxima ocasión!
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