Si hay un elemento clave para un sueño reparador, ese es la almohada. ¿Cómo puede ser que una pieza aparentemente tan sencilla pueda ser a veces el origen de los mayores dolores cervicales y de cabeza que sufrimos a lo largo del día?
Lo cierto es que nuestra cabeza pesa aproximadamente 8 kilos, por lo tanto, es muy importante que ésta repose debidamente sin ejercer tensiones en la zona del cuello que puedan derivar en, por ejemplo, jaquecas. Así pues, elegir almohada se convierte en una decisión verdaderamente trascendental si tenemos en cuenta que de ella depende en gran medida el estado anímico con el que empecemos el día, porque no hay nada más desagradable que levantarse de la cama y sentirse dolorido y cansado.
Estos son los tips que tendrás que seguir para escoger una almohada con la que te sientas cómodo toda la noche. ¡Atento!
El tamaño de tu almohada
Es importante que el ancho de tu almohada siempre supere al de tus hombros, sin embargo, la altura y el grosor cambia teniendo en cuenta la postura del que duerme.
- Las almohadas bajas (de unos 10 cm aproximadamente) son aconsejables para aquellos que acostumbran a dormir boca abajo.
- Las almohadas medias (de entre 12 a 13 cm), ideales para quienes duerme sobre la espalda
- Las almohadas medio-altas (de 15 cm) son perfectas para los que duermen de lado, de esta forma se consigue mantener alineados cabeza y cuello con la columna vertebral.
Según el material
Los tres materiales estrella de las almohadas son tres:
- Las almohadas de fibra son frescas, transpirables y muy cómodas. Además se pueden lavar, por lo que hace mucho más higiénico su uso. Son blandas y se suelen recomendar para gente delgada.
- Las almohadas viscoelásticas se adaptan a la forma de la cabeza y son termosensibles. Por lo que recoge a la perfección a la nuca y son una apuesta segura para cuidar las cervicales.
- Las almohadas de látex pueden estar hechas de látex de origen natural, sintético o una mezcla de ambos. Sujeta muy bien la cabeza y son idóneas para los que duermen de lado o son corpulentos. Permite los movimientos y se aconseja para los que tienen alergia a los ácaros. Son de textura suave y su estructura interna las dota de mayor ventilación.
Ahora que ya tienes la información necesaria para escoger tu almohada ideal, échale un vistazo a nuestra sección de almohadas y apuesta por un descanso reparador.
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