Consejos para elegir plaza (III); ¿Hospital grande o pequeño?

Quizás escoger el hospital sea la etapa más difícil del proceso de elección de muchos a la hora de seleccionar la plaza donde hacer la residencia.
Los hospitales grandes suelen contar con más medios, más volumen de pacientes y mayores posibilidades de encontrarse con casos raros. Es una elección natural para esos futuros residentes deseosos de profundizar en labor docente o asistencial especializada.
La oferta de plazas en los hospitales pequeños es mayor en volumen a la hora de elegir hacer una especialidad. Si siempre has soñado con una en particular, no puedes descartar a la ligera realizar tu labor en un centro más pequeño. ¿Qué hacer?
1) Hospitales grandes.
Digamos que los hospitales grandes son el santo grial de muchos opositores a la hora de elegir plaza. Servicios con personal docente y asistencial con publicaciones internacionales, posibilidades de investigación y el prestigio que suele otorgar ejercer en centros de referencias para grandes enfermedades y procesos. Después de todo, cuando estudiamos medicina muchos tenemos delirios de grandeza y nos vemos en el despacho del catedrático investigando y publicando en el NEJM.
Sin embargo, hay mucha demanda por las plazas de residencia y de adjunto hospitalario. Nadie puede asegurarte que una vez termines tu residencia acabes ejerciendo en el mismo hospital. Generalmente obtienes un contrato de interinidad renovable (por ejemplo, de uno a tres meses de duración), hasta que a los 50-60 obtienes ese contrato de adjunto.
Otro punto en contra es la poca cuenta que te echan en rotaciones. Además las guardias de puerta son casi siempre muy malas, de esas que tardas una semana en recuperarte. Tampoco las de especialidad se salvan en este sentido, casi sin salir de quirófano/planta en toda la noche.
Cuando eres un buen residente tienes otro punto en contra, que es la labor de sustituto de adjuntos en planta o en consultas, ya sea por baja o por congreso (pequeño inciso, tal y como están las cuentas de sanidad es muy, muy raro que se contraten sustitutos para la plantilla principal, así que esta labor cae en manos de residentes si estos están lo suficientemente cualificados).
2) Hospitales medianos o pequeños.
Los incluyo en la misma categoría porque la mayor diferencia con los anteriores suele ser la labor docente o investigadora, puesto que la diferencia en volumen de pacientes puede no ser tan grande como os imagináis.
Como sabéis, la mayor parte de plazas ofertadas pertenecen a estos centros. Pueden ser más o menos periféricos y estar mejor o peor comunicados con otras ciudades. La plantilla de residentes es menor, el ambiente es más familiar y te conocen (casi) por tu nombre. Algo impensable en sitios más grandes.
Este hecho es un factor a favor y en contra, puesto que no es infrecuente hallarte ante juegos de tronos inesperados entre servicios o personal interno. Sin embargo, al no tener tanto personal como otros centros algunos especialistas deben hacerse cargo de pacientes que en un principio no les correspondería. Por ejemplo, el clásico internista atendiendo un síndrome sistémico más propio de reumatología.
En algunas ocasiones también tienen la suerte de contar con guardias buenas. Que acudan menos de 10 pacientes entre las 5 y las 8 de la mañana es algo impensable en los centros más grandes.
3) ¿Cuál elegir?
En mi opinión, depende de la especialidad que tengas. Para una con superespecialidades (como Radiodiagnóstico) suele ser mejor realizar la residencia en un centro grande, con posibilidad de adquirir un manejo muy útil posteriormente cuando vayas a buscar la plaza en otro sitio. Siempre es interesante para un gerente contratar a alguien que suponga una mejora metodológica para el servicio.
En el caso de las especialidades generalistas (UCI, Familia, Interna, etc.) conviene irse a un centro más pequeño, donde tendrás responsabilidades y un ámbito de actuación mayor al que probablemente disfrutarías en un centro más grande. Así aprenderás más y estarás mejor preparado en tu futuro desempeño profesional.
Siempre hay algún extra cuando se trata de elegir lugar. Llámese amigos, pareja o cualquier otro motivo que se os ocurra. Lo importante de la residencia es aprender lo necesario para ejercer tu labor en el futuro. Todo lo demás es accesorio.