Comenzamos...
A continuación te doy algunos tips para utilizar correctamente el protector solar:
- Recuerda que cualquier producto, incluido el protector solar, funciona mejor si te exfolias de forma habitual. Eso sí, no te hagas un peeling justo antes de tomar el sol.
- Compra el protector solar en un establecimiento de confianza y cerciórate de que lleva el símbolo CE, que te garantiza que cumple unos estándares de seguridad y calidad. Ojo con las falsificaciones o distracciones de este símbolo.
- No seas tacañ@ con la cantidad. En este caso, más es más.
- Aplícate el fotoprotector entre 20 y 30 minutos antes de la exposición. Eso significa que debes ponerte el SPF antes de salir de casa y luego irlo renovando según te vaya haciendo falta.
No te olvides de los pies...
- No te olvides ninguna zona, incluidas orejas, cuello, piernas, pies y manos (incluso la coronilla para los chicos que la tienen despejada). No debe quedar sin proteger ninguna zona que esté expuesta al sol.
- Vuelve a aplicar el producto al menos cada 2 horas, teniendo siempre en cuenta tu fototipo, nivel de SPF que tenga el producto y su textura. Cuanto menos SPF y más ligero, más frecuencia de reaplicación.
- Aunque el producto indique que es water proof o water resistant, renueva su aplicación después de cada baño, así te evitarás disgustos.
- Igual sucede si sudas mucho, también debes volver a utilizar tu protector solar.
- Ten en cuenta que determinadas enfermedades y medicamentos puedes provocarte fotosensibilidad; si es así, consulta con tu médico (o el prospecto del medicamento). Ante la duda no te expongas al sol o hazlo con un SPF +50.
- No te pongas colonias ni perfumes antes de tomar el sol, porque incluso con SPF pueden aparecerte manchas.
- También deberías tener cuidado con el desodorante, porque también puede darte problemas. Lávate las axilas o pásate una toallita para eliminar cualquier resto de antitranspirante.
- Ten en cuenta que la nutricosmética te ayuda a broncearte más y mejor y aumenta tus defensas ante los daños solares, pero no te protege de las radiaciones solares. Es necesario utilizarlo de forma combinada con el protector, tenlo en cuenta.
- No utilices protectores solares abiertos desde el año pasado, porque pueden haber perdido su eficacia. Si te da pena tirarlo, utilízalo como crema corporal, por ejemplo.
- Ten cuidado con las siestas al sol y las superficies reflectantes (césped, agua, nieve, arena...), porque pueden ser peligrosos para tu piel. En el primer caso, túmbate a la sombra; en el segundo, utilizar mayor protección y renúevala con más frecuencia.
- Los ojos y la cabeza no pueden protegerse con la crema solar, así que, no te olvides de gorros, sombreros, pañuelos y gafas de sol adecuadas.
- Atención a las cremas faciales con SPF, por muy alto que lo tengan (normalmente hasta 30), necesitan la misma reaplicación que en el caso de los protectores solares (mínimo cada 2 h.). Y eso es algo muy difícil de cumplir, por el engorro que supone y por la aportación de brillos y grasa de una aplicación tan frecuente de ese tipo de productos. Mejor una crema hidratante y, después, una capa de protector o una de maquillaje con SPF.
- Hablando de rituales diarios de belleza, para protegerte a diario el proceso sería: limpieza - tónico - sérum - crema hidratante - protector solar - maquillaje. Y si te vas a exponer al sol (playa, piscina o nieve), te podrías saltar el sérum y el maquillaje, no más.
Y, ahora, no te olvides del protector solar. Tu piel y tu salud te lo agradecerán.
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