¿Te ha tocado vivir el estado de gestación en la peor estación del año? Y es que estar embarazada en verano puede suponer un constante agobio e incluso la mayor incomodidad del mundo. Sobrevivir al asfixiante calor veraniego es difícil, pero aún tendrá más mérito sobrellevarlo si vas a ser mamá, ya que la falta de movilidad y las típicas molestias pueden llevarte a pasar una de las peores temporadas de tu vida. Lo más influyente quizás sean los altos contrastes de temperatura a los que nos vemos sometidos, entre el calor aterrador que hay en la calle pasando, de pronto, al aire acondicionado que hay dentro de cualquier establecimiento. Con cosas como estas debes tener un especial cuidado y llevar a cabo aspectos fundamentales como pueden ser la hidratación, la protección solar o la utilización de ropa ligera. Pero además de estas te dejamos algunos consejos que te ayudarán en esta complicada época del año. Toma nota:
1. Alimentos para el calor.
Las mujeres embarazadas tienen más posibilidad a sufrir náuseas o mareos que de costumbre y que pueden influir en una mayor falta de apetito. No obstante el remedio no es dejar de comer radicalmente, al contrario, es recomendable cambiar la alimentación y empezar a ingerir alimentos para el calor. Sobre todo, lo primero que debes evitar son las comidas copiosas o guisos elaborados, puesto que provocarán unas digestiones pesadísimas y conllevan a que el organismo tenga que trabajar más haciendo que tu calor corporal también aumente. Alimentos ricos en fibra como verduras, ensaladas o frutas frescas que además te servirán para refrescarte con un alto contenido en líquidos, son las más recomendables. También son aconsejables los hidratos de carbono en platos como ensaladas de pasta, arroz, el pan y las proteínas, estas últimas como pechuga de pollo cocinadas a la plancha y con poco aceite. Y por último, la sal apenas ni catarla. Ya que influye en la retención de líquidos del cuerpo y esto es perjudicial para nuestra salud.
2. Evitar el calor lo máximo posible.
El calor de verano a pesar de hacerse más de notar en las horas centrales del día, también de noche está presente, por ello es recomendable descansar lo mejor posible y para relajarte darte un confortable baño o quizás un paseíto antes de dormir. Estos paseos por la noche no deben darte ningún tipo de problema, sin embargo si lo haces durante el día, cuando el calor es más fuerte no salgas nunca sin una botella de agua, zumo o fruta para refrescarte cuando empieces a notar los efectos del calor. Además, el aire acondicionado cuanto menos lo utilices mejor, lo más recomendable es dejar la ventana abierta. También debes tener en cuenta caminar por la zona donde haya sombra cuando salgas a pasear, evitará el sofoco de calor y además si llevas protección solar no tendrás ningún problema antes posibles quemaduras de piel, ya que las embarazadas tienen más sensibilidad ante los efectos del sol.
3. Siempre ropa ligera
En verano es tan abundante el calor, que es un problema diario el levantarte de la cama y pensar qué ropa te vas a poner para ir lo más cómoda posible. Pues para una persona que se encuentra en estado de gestación el problema será aún mayor. Debes evitar ante todo las prendas que contienen materiales sintéticos y debes elegir telas suaves y naturales como el lino, la seda o el algodón. La ropa holgada y fresquita será con la que más cómoda te sientas a la hora de salir a la calle, evitando así cinturones o complementos que te hagan sentir agobiada. En http://www.vertbaudet.es/premama-moda-embarazo.htm podrás encontrar toda la ropa que necesita una futura mamá.
4. El mejor ejercicio, el acuático
El mejor ejercicio para las mujeres embarazadas en verano es cualquiera que esté relacionado con el agua, da igual piscina o playa, pero nadar te refrescará y te hará sentir la mar de bien, y nunca mejor dicho. El ejercicio aeróbico es muy bueno, te evitará coger peso en estos meses que todos sabemos que es más fácil engordar. Tu médico te informará de los ejercicios más recomendables para llevar a cabo en el período de gestación.
5. Constante hidratación
Y por último, si para una persona normal la hidratación es fundamental, pera una embarazada lo será el doble o triple. Es necesario aumentar la cantidad de líquido que bebemos, y para ello lo más recomendable es tomar además de agua, zumos naturales o incluso las bebidas isotónicas, que poseen una gran cantidad de sales minerales. Las bebidas azucaradas ni probarlas, por no hablar ya de las que tienen gas o cafeína, que te producirán una sensación de hinchazón horrible.
Es una etapa difícil con la que tienes que tener sobre todo mucha paciencia y sobrellevar el verano lo mejor posible. Después llegará el nacimiento de tu hijo que te reconfortará y te hará olvidar todas las calumnias vividas durante el caluroso verano. Pero eso sí, esto no acaba aquí, ahora empieza tu prueba como mamá, y en http://soymadre.es/ podrás encontrar los mejores consejos para tus retoños.