El número de bicicletas robadas a cicloturistas en marchas de varios días cada vez es más frecuente dada la facilidad que tienen éstas para venderse en el mercado de segunda mano, por lo que hoy os daremos algunos consejos para que no seáis objeto de estos hurtos.
Por supuesto, el candado es imprescindible vayas donde vayas aunque con esto no es suficiente.
Para empezar debemos aparentar que llevamos menos valor encima y que nuestra bicicleta no es demasiado “golosa”. Para ello, muchos cicloturistas la dejan llena de polvo cuando viajan para que parezca más vieja o incluso le pegan algunas pegatinas para tapar el modelo y que pase desapercibida.
No enseñes tus aparatos electrónicos como GPS, cámara de fotos, MP3 o smartphone durante estas rutas, intenta ser discreto y guárdalas siempre a buen recaudo.
Nunca dejes que la bicicleta duerma sola. Sabemos que muchas veces es complicado porque en albergues u otras estancias no nos dejan pasarla dentro pero solicita siempre un lugar donde esté segura y bajo llave. Si pasas la noche en el campo, quizás con atarla a un árbol no sea suficiente ya que con las cizallas pueden partir el candado, así que ponle algo tan sencillo como un cascabel para que puedas despertarte si alguien intenta tocarla.
Habla y gánate la confianza de los lugareños por los que vayas pasando, ellos mismos son unos buenos guardaespaldas si ven que alguien intenta robarte la bicicleta o siemplemente te advertirán si hay cacos por la zona.
Y por último, cubrela y así no estará a la vista de nadie.
Estas simples indicaciones os ayudarán a evitar este mal trago que os puede arruinar la ruta por no tener las precauciones necesarias. Y recordar, si véis a alguien sospechoso o incluso que está robando otra bicicleta, ser compañeros y dar la voz de alarma.
¡Entre todos debemos ayudar a evitar el robo de bicicletas!