La ansiedad es una reacción negativa que se produce de forma natural en las personas. El principal problema se produce una vez surgida, ya que los síntomas suelen ser poco agradables y estos llevan a que el proceso se prolongue o se intensifique, debido a que no se controla la situación. Por eso, aunque sea difícil, lo primordial es mantener siempre la calma o intentar tener todo lo más controlado posible. De lo contrario, la situación puede ser tan agobiante que impida realizar las tareas de la forma más adecuada posible. Puedes consultar aquí algunas ideas para acabar con la ansiedad.
Normalmente la ansiedad suele mostrarse en un contexto de máxima preocupación, donde no se tiene confianza sobre la preparación o el método de estudio, así como un terrible miedo al fracaso. A veces no sólo es evitar el suspenso, sino que la autoexigencia de alcanzar notas muy elevadas sólo consigue generar una presión que no es llevadera, alterando el sistema nervioso. Esta exigencia y presión se traslada a un abuso en el número de horas de estudio, a un modelo que no está nada planificado y es ahí donde se debe radicar el primer consejo para evitar esta situación.
Como en cualquier otra tarea que se realice en la vida es fundamental la planificación. No debe descuidarse el lugar donde se estudia, siempre aseado, ordenado y tranquilo. Que nada te perturbe o te distraiga en los momentos de máxima concentración. Siempre es mejor seguir un horario que se repita cada día, no ir cambiando porque eso provoca más cansancio en el cuerpo y que no siempre se consiga un buen rendimiento. Tampoco debe excederse el número de horas, pues una saturación a la larga implica una productividad menor.
En este último aspecto es donde radica el segundo e importante consejo: el descanso. El cerebro es un músculo más del cuerpo y como en cualquier deporte no desgastarlo es clave para que rinda a tope. Hacer pausas entre las horas de estudio así como dormir entre 7 y 8 horas para que recupere de manera óptima. Incluso las noches anteriores a los exámenes lo ideal no es pasar toda la madrugada repasando sin dormir, sino aprovechar para desconectar y llegar a las pruebas lo más frescos posibles. Y todo ello acompañado de una buena alimentación la cual ayuda a mejorar el rendimiento y que el cuerpo no se canse. Comer sano y descansar correctamente evita que se sea más propenso a sufrir ansiedad.