Cuando viajamos con niños (y no tan niños) en el coche, uno de los problemas más frecuentes al que nos enfrentamos es al de los mareos. Un viaje en coche para una persona mareada puede convertirse en un verdadero suplicio, pero por suerte, hay medidas que podemos tomar para evitarlo. Reducir las náuseas puede resultar complicado, pero no imposible. Por eso, a continuación, vamos a dar unos consejos para que el viaje en coche sea una buena experiencia tanto para los papás como para sus hijos.
Cómo evitar los mareos en el coche es posible
Si tus hijos se suelen marear en los viajes en coche, lo primero que tienes que hacer es limpiar y ventilar el interior. Esto no se hace porque esté sucio, sino con el fin de eliminar los olores. De hecho, si utilizas ambientadores intensos, una buena idea es quitarlos, ya que está demostrado que los olores fuertes pueden provocar náuseas.
Asimismo, en el interior se ha de mantener una temperatura agradable. Es más, en ocasiones, es preferible pasar un poco de frío a pasarnos con la calefacción. El calor es uno de los desencadenantes frecuentes de los mareos en coche, por lo que no abrigues en exceso a tus hijos ni te excedas con la calefacción.
Otro buen consejo, antes de partir, es que el niño coma algo, porque es más probable que se maree si tiene el estómago vacío. Después, a la hora de entrar en el vehículo, es mejor que se coloque en el asiento del centro, aunque si tienes más hijos y sufren de mareos, lo importante es que intenten mantener la vista en el paisaje. Hay que evitar, en la medida de lo posible, el uso de móviles y tabletas, y si aparecen los primeros síntomas de mareo o el niño se queja, hay que invitarle a cerrar los ojos.
En este momento, una buena idea es bajar la ventanilla para que le entre aire y hacer que beba agua a pequeños sorbitos. Si aún así, no se le pasa, lo más recomendable es parar, puesto que, una vez que empiezan las náuseas, es muy complicado detener el vómito.
Adoptar un estilo de conducción menos agresivo también ayuda a reducir los mareos. Tomar las curvas despacio y evitar frenazos bruscos puede marcar una gran diferencia, especialmente al conducir en ciudad. No obstante, ante cualquier inconveniente, siempre es bueno llevar bolsitas y toallitas. Además, también se puede recurrir a complementos con ingredientes naturales como Nausealiv, que pueden ayudar a calmar el estómago y evitar las náuseas. Pero, en el caso de que por muchas medidas que pongas tu hijo siga mareándose, lo más recomendable es acudir al pediatra para que le recete algún producto que le ayude. En la mayoría de los casos, con los sencillos consejos que te hemos dado, se pueden evitar los mareos. Sin embargo, en ocasiones, ya sea porque sea un día de mucho calor o por la propia conducción, es más complicado lograrlo.
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