Consejos para evitar que se sobrecalienten los frenos de la mtb

Y es que este tipo de frenos tiene muchas ventajas respecto a los V-brake de toda la vida. La principal ventaja es la potencia de frenado. En los frenos de disco está disponible desde el primer instante en que se acciona la maneta del freno. Sin embargo en los V-brake la potencia de frenado es más progresiva.

La otra ventaja fundamental de llevar frenos de disco es que son mucho más eficaces en condiciones de lluvia y barro que los V-brake. Estos últimos pierden mucha eficacia de frenado bajo esas condiciones.

Aunque casi todo son ventajas, los frenos de disco también presentan desventajas, y la más importante es la pérdida de eficacia de frenada cuando se sobrecalientan. Se suelen calentar principalmente por un uso excesivo en el que los propios discos o las pastillas alcanzan temperaturas muy elevadas, y pierden eficacia.

La mejor manera para evitar que se sobrecalienten es realizar un uso moderado, pero evidentemente eso en muchas ocasiones no es posible. A la hora de bajar por un sendero que sea muy técnico o bajando un puerto muy prolongado hay que “abusar” de los frenos, y no queda otro remedio.

Pero hay una serie de consejos que pueden evitar esos sobrecalentamientos, son los siguientes:

Evitar el uso de pastillas metálicas

Cuando vamos a comprar unas pastillas, las podemos encontrar de tres componentes: metálicas, semimetálicas y orgánicas.

Las pastillas de freno metálicas son las que más duran y las que más aguantan las altas temperaturas, pero en su contra tienen que son las pastillas que más calor transmiten al disco de freno. Y si el disco de freno alcanza una temperatura demasiado elevada se pierde eficacia en la frenada.

Las pastillas de freno semimetálicas digamos que son las intermedias. No transmiten tanto calor al disco de freno pero nos van a durar menos. Para un uso moderado de los frenos son las más recomendables.

Por último tenemos las pastillas orgánicas, que son las más blandas y por lo tanto las que menos tiempo van a durar. Pero tienen a favor que transmiten menos temperatura a los discos que las anteriores. Por lo tanto si se va a hacer un uso exhaustivo de los frenos éstas últimas son la mejor opción.

Pastillas con disipador de calor

Este tipo de pastillas de freno solamente sería necesario instalarlas en nuestra bicicleta en el caso de que tuviéramos problemas con las pastillas orgánicas.

Las pastillas con disipador de calor llevan instalado un disipador de aluminio que disipa el calor producido por las pastillas y no lo transfiere a los discos de freno.

Diámetro de los discos

Cuanto mayor sea el diámetro de los discos de freno de nuestra bicicleta de montaña, disiparán mejor las altas temperaturas. Esto se debe a la mayor superficie con la que cuentan.

Por ello las bicicletas de descenso tienen unos discos de freno con un gran diámetro (220mm). Sin embargo las bicicletas rígidas de rally llevan frenos de disco de menos diámetro, 180 mm delante y 160 mm detrás.

Antes de instalar un freno de disco de mayor diámetro habría que comprobar si se puede instalar dicho disco en nuestra bicicleta.

Circuito hidráulico

Si hemos probado todas las soluciones posibles y seguimos teniendo problemas de temperatura con los frenos lo más probable es que haya algún problema en el circuito hidráulico. Si existe algún tipo de fuga o el aceite que llevan está en mal estado puede provocar problemas de eficacia en la frenada.