Revista Ciclismo

Consejos para ir seguros por un carril bici

Por Ireneu @ireneuc

Consejos para ir seguros por un carril bici

El ir en bici es una afición a la cual le tengo una especial devoción. Me gusta sentir el aire y el sol mientras que saboreas el paisaje y haces ejercicio a la vez, lo cual encuentro especialmente placentero, sobretodo ahora que los bolsillos están pelados y antes te cambias de coche que te apuntas a un gimnasio. Bromas aparte, el hecho de ir por la ciudad en bicicleta implica toda una serie de riesgos, muchos de los cuales, con un poco de cuidado podemos reducirlos o incluso eliminarlos.
Yo llevo muchos años utilizando mi bicicleta para hacer paseos de varias horas por la zona metropolitana de Barcelona (sobretodo la parte del río Llobregat) y ya tengo algunos miles de kilómetros en mis piernas, pero he de reconocer que soy bastante miedoso con los coches. Un miedo que me viene, más que nada, de la experiencia de tener que hacer una media de 50 km diarios en coche por la ciudad durante más de 20 años, lo cual te hace conocer perfectamente lo que se cuece tras un volante y desconfiar absolutamente de la seguridad de ir por la calzada en bicicleta. Es por ello que, si es posible, siempre mejor coger el carril bici, ya que para eso está. Sin embargo, para poder ir con total seguridad y hacer muchos kilómetros disfrutando de la bici sin incidentes, a continuación os doy unos consejos y trucos que seguramente os serán de utilidad:
  • Tener la bicicleta en buenas condiciones.
Lo primero y principal, ir a misa y almorzar, y si corre prisa, almorzar y no ir a misa. Este viejo dicho castellano sirve para ilustrar que lo primero es lo primero y, por tanto, el estado de la bicicleta es lo primordial. Antes de salir, hay que vigilar que los frenos y sus cables estén bien, que los pedales y la cadena estén correctos y , en general, que toda la bicicleta esté apta para la circulación.
  • Llevar recambios.
Jamás los utilizarás, a excepción de cuando los necesites, por tanto, no cuesta nada llevar una bolsa portaherramientas con lo más básico: parches o una cámara nueva, destornillador y llaves allen. Cuanto menos espacio le dejemos a Murphy, menos posibilidades habrá de que se presente.
  • Utilizar casco y guantes.
No parecen importantes, pero cuando te caes, te acuerdas de que no lo llevas. El casco protege el cráneo contra cualquier impacto fuerte y siempre hace de gorra con el sol. Los guantes, por su parte, ayudan a que no te desuelles las manos cuando las pongas contra el suelo en el momento de caer. Unas gafas de sol anchas, que hagan de parabrisas, tampoco sobrarán, más que nada porque un impacto de un moscardón en un ojo no resulta muy agradable.
  • Llevar los neumáticos bien inflados.
Hay una diferencia muy importante en la suavidad de rotación y de pedaleo con unas ruedas infladas a unas que no, lo cual además de quitar esfuerzo suplementario de las piernas, ayudará a que se pinchen con más dificultad. Se pueden inflar con un bombín, pero resulta mejor llenarlas en la gasolinera con un aparato de inflar las ruedas de los coches. De esta forma se alcanzará las presiones que marca el neumático, ya que con el bombín no nos acercamos ni de lejos a las presiones óptimas.
  • Ir protegidos contra las inclemencias meteorológicas.
Una de las mejores sensaciones que he tenido nunca encima de una bicicleta ha sido cuando, en pleno mes de julio, me pilló un aguacero que me caló de arriba abajo. La sensación de liberación y la temperatura tórrida de la época fueron una experiencia inigualable, pero si hubiera llevado un impermeable de esos plegables, tampoco hubiera pasado nada. Por el contrario, pocas cosas hay más incómodas encima de la bici que ir pasando frío, por lo que mejor ir convenientemente preparado.
  • Llevar agua y alimento suficientes.
Conviene hidratarse bien, sobretodo en los paseos veraniegos, por lo que si es muy largo el paseo, tendremos que contar con el aprovisionamiento de agua conveniente. También conviene llevar algo de alimento... por si las pájaras.
  • Llevar pañuelos de papel.
Como se te salga la cadena y la tengas que colocar a sitio, los vas a necesitar...
  • Utilizar los recorridos con menos tránsito de coches.
 Es de lógica: cuanto menos circulación haya, menos posibilidad de tener un accidente a causa de ella tendremos.
  • Ir por la parte más exterior del carril.
Carriles bici hay (cuando los hay) de todo tipo y colores. Los hay anchísimos con doble calzada y los hay minúsculos y de doble sentido, por lo que nos tendremos que adaptar a las condiciones de la vía. Sea como sea, lo que tendremos que tener en cuenta es que no vamos solos, por lo que seguiremos las reglas generales de circulación en nuestro país, es decir, circular lo más a la derecha posible. Hay que recordar, que a pesar de ir paseando, nuestra bici puede llegar a velocidades de 20 km/h sin mucha dificultad, por lo que un choque frontal puede hacer mucha pupa.
  • Señalizar los cambios de dirección.
Los coches y las bicicletas que circulen de frente o por detrás, no son adivinos, por lo que si hacemos un giro o cambio de dirección, mejor señalizarlo. No le haga vergüenza sacar el brazo, siempre es mejor eso que saltar por encima de otro ciclista que no le ha visto hacer la maniobra.
  • Llevar timbre... y utilizarlo.
Quien más, quien menos, lleva un timbre en su bicicleta, pero parece ser algo de críos y no se utiliza mucho. En realidad es un instrumento muy útil ya que avisaremos con él de nuestra presencia, y siempre es de agradecer avisar con tiempo antes que llevarnos a alguien por delante.
  • No ir en parejas.
Por mí, como si quiere ir en tríos, vaya, pero si va por un carril bici, no vaya conversando con su compañero/a en paralelo cuando hay más gente circulando. A parte de ser una falta de respeto para los demás -que se ven obligados a casi salir de la calzada sin necesidad-, el vaivén del pedaleo lo puede convertir en algo muy peligroso si no dispone de espacio suficiente para hacerlo sin molestar.
  • No ir haciendo el kamikaze.
Repito... aunque parezca que vamos solos, nunca lo estamos. En cualquier momento puede salir algún peligro de donde no habíamos ni pensado y hacernos volar unos cuantos metros. Al que le guste el riesgo, la velocidad o quiera fardar de bicicleta en un circuito urbano que cuelgue la foto en el Facebook, se alquile un velódromo o se tire desde una montaña abajo. El resto de ciclistas, se lo agradeceremos profundamente.
  • Ojo con los niños.
Los niños, por mucho que sepan ir en bici, ante todo son niños. Es decir, es un juego para ellos y no tienen conciencia del riesgo que corren, por lo que pueden hacer maniobras bruscas que impliquen peligro tanto para ellos como para los demás. Se tendrá que tener especial atención con ellos, ya sean los padres (que tendrán que enseñarles civismo "bicicletil") como para el resto, para evitar incidentes desagradables. 
  • No bajar la atención.
Parece de perogrullo, pero a veces, por hacer más esfuerzo, metemos la cabeza en el manillar o nos despistamos con el paisaje y no vemos lo que hay delante. El problema es que en cualquier momento nos podemos salir del carril o topar con alguien que viene de frente y la leche puede ser muy importante. Atención.
En fin, estos son una serie de consejos que creo que son básicos para ir en bicicleta ya sea por un carril bici como por otras vías. Es posible que vosotros tengáis otros consejos que la experiencia os ha dictado, por lo que os invito a dejar vuestro comentario con él. 
Entre todos ayudaremos a que cada día seamos más los que disfrutemos con seguridad de esta bonita y saludable afición que es el darle a los pedales.

Consejos para ir seguros por un carril bici

¡Me encanta ir en bici!



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