Si quieres que el bronceado te dure más tiempo, casi hasta las próximas vacaciones, toma nota de estos trucos.
Desde el interior
Bebe agua. Después de las exposiciones la sol tu piel se deshidratará más que de costumbre, así que debes restaurar la hidratación de tu cuerpo. Aunque verás que se suelen recomendar 2 litros al día, esta cantidad dependerá de tu actividad física, de tu alimentación (si tomas muchas frutas, verduras, zumos, gazpachos e infusiones, necesitarás menos agua) y de la temperatura exterior.
Haz acopio de vitaminas (A, B, C, E y provitamina A) y minerales (zinc, selenio, calcio...). Es decir, toma mucha fruta y verdura, sobre todo zanahorias, melocotones, papayas, mangos, calabazas, melón, sandía, frutos rojos, tomate, pimientos, espinacas, acelgas, brócoli, kiwi... Y tampoco debes de olvidarte del aceite de oliva, los huevos o el pescado. De hecho, ésta debería ser la tónica habitual todo el año.
También puedes recurrir a la nutricosmética, que también te brinda productos para acelerar y prolongar el bronceado. Pero, ojo, si tu piel tiene algún trastorno relacionado con la producción de melanina (por ejemplo, el melasma), debes tener cuidado. Mi consejo es que antes de utilizar este tipo de complementos, consultes con tu médico o farmacéutico.
Cuidando el exterior
Dúchate. Sí, sí, aunque hay quien dice que la ducha se lleva el moreno, puedes asearte sin problemas. Eso sí, procura que las duchas sean cortas, con agua templada y utiliza un gel de baño con agente hidratantes, preferentemente sin detergentes.
Exfoliación. Aunque parezca que un peeling acabará con los restos del bronceado, es imprescindible. Si bien arrastra algo de color, la exfoliación deja la piel más unificada, luminosa y preparada para la hidratación, que es imprescindible para mantener ese moreno que tanto ha costado conseguir.
Hidratación. Aplicar cremas hidratantes y nutritivas en toda la piel es una de las claves para mantener el tono bronce de la piel. Y siempre con generosidad y constancia, porque la falta de hidratación es la manera más sencilla de conseguir una piel de lagarto, más aún después de las exposiciones al sol.
Aftersun. Los productos para tratar la piel después de tomar el sol no sólo son importantes cuando estés de vacaciones, también lo son en los días posteriores, porque sirven para reparar la piel incluso después de dejar de exponerte al sol.
Sérums, jabones, aftersuns y cremas con prolongadores del bronceado. Encontrarás en el mercado algunos productos que ayudan a mantener el moreno de la piel gracias a su formulación específica.
Infusiones de té negro. A nivel tópico, una infusión de té negro bien cargado, puede ayudarte a prolongar el bronceado. Haz una infusión bien fuerte de té, déjala enfriar y luego aplícatela en el rostro a diario y con un algodón, como si fuese un tónico. También puedes lavarte la cara con ella o añadir unas gotas a tu crema hidratante (en tu mano, no en el tarro, please). Eso sí, no te olvides de hidratarte bien después de que se seque, porque el té es un astringente muy potente y te resecará la piel.
Autobronceadores. Aunque tengas que aplicártelos todas las semanas, es una buena forma de mantener el moreno todo el año, aunque no tomes el sol. Así no tendrás la sensación de haber perdido nunca ese tono de vacaciones en ningún momento... y te podrás hacer la ilusión de que has vuelto de la playa hace pocos días, aunque estés en febrero.
Cuestión de maquillaje
Bases de maquillaje y BB Creams. Si eliges un tono adecuado para tu piel y las aplicas con maña, mantendrás un tono dorado tono el año. Si quieres que parezca que has vuelto de vacaciones ayer mismo, procura no aplicarlo por todo el rostro (sólo en las zonas más problemáticas), utilizar un iluminador, polvos de sol y un blush en un tono melocotón o rosado.
Polvos de sol. También son una ayuda para verte morena y saludable todo el año. Bien aplicados son de lo más favorecedor (y natural), en inverno y en verano.
Lo que no debe faltar
Protección solar. Aunque hayas vuelto de vacaciones, el sol no desaparece... ni sus efectos nocivos, así que utiliza protector solar todo el año. Así evitarás manchas y te garantizarás una piel sana y uniforme todo el año.
Lo que sí deberías evitar
Rayos UVA. Ya sé que las cabinas de rayos UVA son muy tentadoras para estar morenita todo el año, porque son cómodas, rápidas y eficaces, pero los daños en tu piel son muchos, aunque no te lo parezca a primera vista. Y hablo por experiencia... y por el rosario de manchas y lunares que me regalaron esas dichosas cabinas cuando sucumbí a sus encantos cuando era más joven e inconsciente.
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