Durante su entrenamiento, un ciclista no solo debe enfocarse en mejorar su capacidad de resistencia y estabilidad para mantener un ritmo adecuado durante el recorrido de una competición (el cual puede llegar a ser de cientos de kilométricos durante gran cantidad de horas) y para poder estar a la par de los demás competidores, este se debe enfocar principalmente en su fuerza y sobretodo en la potencia necesaria para afrontar el "sprint" final de la competición. Así, un sprint se define como el esfuerzo realizado para culminar, en este caso, una carrera de bicicletas y en donde es necesario poseer un nivel energético elevado para poder alcanzar un pedaleo de hasta 70 kilómetros por hora antes de culminar una determinada etapa.
Los lugares más comunes utilizados para entrenar y trabajar la gran fuerza que se requiere para realizar los sprint son los laboratorios especializados que cuentan con bicicletas estáticas que permiten al deportista pedalear de una forma rápida durante un tiempo específico y en donde, puede llegar a alcanzar grandes velocidades. No obstante, existen diferentes métodos que permiten el mejoramiento de esta práctica tan importante para un ciclista, por ejemplo, es fundamental lograr que nuestro organismo genere la cantidad de energía necesaria durante determinados intervalos de tiempo, para ello lo más recomendable es pedalear con la máxima intensidad posible durante 10 o 20 segundos sin excedernos ya que de hacerlo, estaremos sobrecargando a nuestro cuerpo de esfuerzos innecesarios.
Igualmente, se debe desarrollar una resistencia adicional lo que a su vez permitirá desarrollar la potencia necesaria al pedalear, es decir, que lo ideal es trabajar la resistencia "de más a menos" por lo que antes que realizar los esfuerzos en una carretera "llana" debemos enfocarnos quizás en ligeras subidas que sin duda permitirán aportar la resistencia necesaria para el sprint.
Del mismo modo, la coordinación juega un papel fundamental a la hora de realizar un sprint y sin duda, es uno de los aspectos que más debemos mejorar ya que la gran cantidad de movimientos rápidos y explosivos lo requieren; así lo que se debe trabajar es sin duda la sincronización de los brazos con el movimiento natural de la bici y por ello, el peso juega también un papel protagónico ya que es parte del equilibrio y coordinación a la hora de realizar los movimientos. Los grandes sprinters (ciclista que realiza un sprint) siempre están coordinados.
En definitiva, queda claro que un sprint es fundamental durante las competiciones de un ciclista ya que le da el impulso final para alcanzar una etapa, sin embargo son muchos los aspectos que hay que mantener, mejorar y sobre todo desarrollar para poder realizarlo sin problemas.