Ya es viernes, así que permitidme el “tono” del título del post.
Piensa un poco: ¿Cuántas horas dedicas a que tu curriculum vitae esté correctamente actualizado, que no falte ese último curso o esa última experiencia laboral que tan orgulloso estás de lucir allá por dónde vas? ¿Y la foto, cuántas vueltas le has dado a la foto? Que si fondo blanco, que si arreglado pero informal, que si ponte bien y estate quieto…
Y tras horas y horas de arduo trabajo y cuando ya lo tienes todo perfecto para enviar el correo electrónico a esa empresa en la que tienes tantas ganas de entrar a trabajar, justo en ese preciso momento… ¡vas y la cagas!
Vuelve a pensar un poco (sí, ya sé que es viernes y ya van quedando menos ganas de pensar, pero merece la pena dedicarle media neurona a este asunto): ¿cuál es tu dirección de correo electrónico? Si la tienes que empezar a deletrear, mal vamos… y si te sale una sonrisilla cuando te la piden (ahora a ver cómo explico yo de dónde sale esto) también estamos fastidiados.
Como receptor de muchos CV en mi puesto de trabajo, creedme que sé de qué estoy hablando. Así que si quieres que tu correo como solicitante de empleo de trabajo sea tomado tan en serio como tú y tu curriculum os merecéis, ya estás poniendo atención a las siguientes recomendaciones:
1. Utiliza una de las tres compañías más grandes del mercado:
Hotmail es generalmente utilizado por los jóvenes para asuntos más informales. Gmail, Yahoo o Microsoft están diseñados para asuntos más formales. Yo personalmente tengo Hotmail como contenedor de basura, para todas aquellas compañías que te piden un correo y que sabes que tarde o temprano te spamearan a saco. En cambio, Gmail lo uso más para todo tipo de cuestiones, sobre todo en esto de redes sociales, gmail es la llave que te abrirá muchas puertas.
2. Usa tu nombre y apellido:
Los e-mails de fantasía restan credibilidad como profesional. Si en tu currículum tienes escrito “[email protected]”, ya te puedes hacer la idea por qué no te han llamado para una entrevista. Repito, veo muchos al cabo de la semana y no sabéis lo creativos que podéis llegar a ser… pero no, éste precisamente no es el momento de demostrar cuán imaginativos sois.
3. Si tu nombre ya es utilizado por otro, explora combinaciones:
Invierte nombre y apellido, pon puntos o guiones bajos, pero nunca recurras a los apodos. Sí, es cierto, nombres y apellidos, dependiendo de cómo te llames, no te va a dejar muchas opciones libres, lo sé. Yo sufro el apellidarme “González” pero bueno, siempre hay alguna combinación que queda libre por ahí sin llegar a desentonar en demasía. Os explico, por ejemplo, cómo creé yo la mía: jigoro1008 (@gmail.com o @hotmail.com) que ya os he dicho que tengo varias:
- “ji” de José Ignacio (Iñaki para los amigos).
- “go” de González
- “ro” de Rodríguez
- “1008” mi fecha de nacimiento, 10 de agosto.
Además, si le das la vuelta, ya tienes mi cuenta de twitter, jajaja… @goroji para servirte.
Aunque ya puestos, añado un cuarto punto que no viene en el artículo que ha dado pie para este post.
4. No uses el correo corporativo del lugar en el que ya estás trabajando:
Sin entrar en que pueda ser ético o no ético utilizar el correo corporativo para temas personales, o incluso si alguien puede estar escaneando las cuentas de la empresa para ver qué tipo de uso se le puede dar y no quieras que sepan que estás buscando empleo en otro lugar, es preferible que dispongas de tu propia cuenta de correo personal para este tipo de cuestiones. Además, puede que el correo del “trabajo” sólo lo consultes en horario laboral, mientras que tu correo personal puedas tenerlo más accesible a través del Smartphone o similar, y nunca sabes cuándo puede llegar ese correo que estás esperando en contestación al CV que has enviado.
Pues eso, que tengas cuidado a la hora de enviar tu candidatura a los departamentos de selección de las empresas, no vayas a cagarla siquiera antes de empezar.
¡Feliz viernes y feliz fin de semana!
Como dice Bisbal, hay diez mil maneras (con esto del correo electrónico, tambien), elige la correcta!
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