El orden siempre debe resultar funcional. De nada sirve que cada cosa esté en su sitio cuando el acceso a ellas resulta incómodo. Por ejemplo, las toallas ocupan mucho espacio al almacenarlas; si no tienes un hueco para ellas en alguno de los armarios, coloca cestas o cajas de gran tamaño debajo de la encimera del lavabo, dóblalas cuidadosamente por estilos o colores y déjalas a mano.
En los baños se guardan una gran cantidad de botes, pero ¿cómo guardarlos? Agrúpalos en cestas por categorías para que te sea fácil localizar el que buscas. De esta manera con sólo coger la cesta tendrás acceso a todo, mientras que en una balda, los productos que quedan al fondo es como si no existieran. Si son textiles y se derrama un líquido, mételas en la lavadora.
¿Dónde dejo los botes y la esponja en el plato de ducha? Coloca un cubo en una esquina o instala una bandeja en la pared. Un consejo,los modelos adhesivos (los que se pegan) evitan los agujeros.
Dentro de los muebles, organiza los botes, los peines o los accesorios para el pelo en cajas según su tamaño. Mejor si son de plástico o con fundas de tela que puedas lavar en la lavadora. Junto al lavabo es imprescindible un set para los cepillos de dientes, el dentífrico y el jabón.
¿Cómo limpiar los utensilios del baño?
Para lavar los accesorios de plástico basta con dejarlos en agua caliente con jabón para desincrustar la suciedad.
Los de acero inoxidable se limpian con una esponja húmeda y jabón. ¡Y muy importante!, sécalos bien para evitar las manchas de agua.
¿Restos de jabón? Utiliza bicarbonato diluido en agua con vinagre, aplica la solución, déjala actuar durante cinco minutos y enjuaga con agua caliente.