Últimamente hay una frase que no paro de oír en la televisión: ¨tal famosa ha recuperado su peso tras haber dado a luz hace uno o dos meses¨. Yo me quedo a cuadros, pero qué le vamos a hacer, los genes son los genes… u otras cosas.
Perder peso después de dar a luz depende de muchos factores, entre ellos depende del peso previo al embarazo, de nuestros hábitos alimenticios, nuestro modo de vida y estado de forma física.
Estos son algunos consejos para no desesperar en la pérdida de peso, espero que os ayuden:
» No hacer dieta: Parece una contradicción, pero añadir al estrés del nuevo papel de madre el de privarnos de nuestros alimentos favoritos puede tener como consecuencia un aumento indeseado de peso. En lugar de hacer dieta, es mejor seguir un menú sano, equilibrado, variado y no saltarse las comidas.
» Alimentos imprescindibles: Tras el parto nuestro cuerpo necesita un aporte extra de nutrientes, especialmente si damos el pecho. Una buena elección son los alimentos ricos en nutrientes pero ligeros en calorías y grasa, tales como:
El pescado es uno de estos “imprescindibles“, rico en ácidos grasos omega-3, ayuda al recién nacido a desarrollar un cerebro sano y su sistema nervioso.
La leche y el yogur son también alimentos “imprescindibles” porque son ricos en calcio, necesarios para nuestros huesos. Y no olvidemos las proteínas de las carnes magras, pollo y legumbres, bajas en grasa y ricas en fibra.
» Amamantar: A algunas mujeres les funciona, en mi caso fue después de dejar de dar el pecho que conseguí adelgazar. Lo que es seguro es que la lactancia materna es buena para el bebé, fortalecer el sistema inmunológico y proporcionar múltiples beneficios para su salud. Una cosa es importante, no sirve como excusa para comer lo que se quiera.
» Beber agua: Beber agua es vital. Beber un vaso de agua antes de cada comida hará que nos saciemos antes por lo que comeremos menos.
» Moverse: La dieta es importante, pero es sólo una parte del plan de pérdida de peso. El ejercicio más allá de ayudar a perder peso, nos ayuda a recuperar el sueño, aliviar el estrés, la depresión si la hubiera, etc. Cosas simples como dar largos paseos con nuestro bebé en el cochecito o ir a hacer las compras del supermercado son suficientes para activar el corazón y los músculos.
Antes de empezar cualquier programa de ejercicios consulte con su médico, especialmente si el parto fue por cesárea.
» Dormir: “dormir cuando el bebé duerme” es un consejo que se suele dar a las madres. A veces no es fácil porque tienes mil cosas por hacer en casa y no a todas nos sienta bien dormir a cualquier hora del día. Las siestas acaban siendo muchas veces necesarias e ir a la cama temprano es una buena opción, al menos hasta que el bebé comienza a dormir toda la noche.
» Pedir ayuda: contar con la ayuda de nuestro médico y de un dietista. El dietista puede ayudarnos a diseñar un plan de alimentación que nos permitirá bajar de peso de manera segura y eficaz mientras el médico puede guiarnos sobre cuánto peso necesitamos perder y cuando se puede empezar a hacer ejercicio.
Es importante volver a nuestro peso después de un embarazo para evitar futuros problemas de obesidad y sus consecuencias, pero hay que hacerlo de forma gradual, con paciencia. Tardamos 9 meses en ganarlo, debemos darnos al menos ese tiempo para perderlo.
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