Compartimos unos consejos prácticos para prevenir el mal de altura y saber identificar cuáles son sus síntomas más habituales.
En un post anterior en el que hablé de la ciudad peruana de Cusco, mencioné el temido mal de montaña. Por eso, en este artículo, quiero compartir contigo cuáles son los pasos que seguí yo para prevenir el mal de altura y disfrutar de un viaje a más de 3,000 de altitud.
Pero, empecemos por el principio... Los síntomas
Síntomas que se pueden presentar con el mal de altura
El mal de altura o de montaña aparece cuando una persona que vive cerca del nivel del mar viaja a un destino de más de 2,500m de altitud. El ejemplo más claro es Cusco. Uno llega a Lima, que está en la costa y vuela a Cusco para visitar Machu Picchu y nada más aterrizar empieza a sentirse mal.
Pero, ¿qué es este padecimiento que sufrimos al viajar a lugares ubicados muy por encima del nivel del mar?
En realidad, es una reacción fisiológica como consecuencia a falta de oxígeno debido a la altura.
Algunos de los síntomas más comunes que se pueden presentar son:
- Agotamiento físico al caminar
- Náuseas
- Vómitos
- Intenso dolor de cabeza
- Disminución del apetito
- Trastorno del sueño
- Y, en casos más extremos, edema pulmonar de altitud y edema cerebral.
Esto no debería de suponer un impedimento para visitar ciertos destinos y por eso compartimos estos consejos a continuación.
Diagnóstico del mal de altura
Lo más recomendable para prevenir el mal de altura es descansar el primer día que se llegue al lugar, donde se debe realizar respiración inhalando y exhalando el aire suavemente. También se debe tomar agua frecuentemente, no ingerir alcohol ni fumar y tratar de comer carbohidratos, dulces y frutas.
Existen unas pastillas que se recomienda tomar antes de llegar al lugar. Se deben tomar cada 8 horas. Esto hace que los síntomas del mal de montaña desaparezcan y se pueda disfrutar plenamente de las vacaciones al destino seleccionado.
Este medicamento se vende sin necesidad de receta médica. Las pastillas ayudan a mejorar el bombeo de sangre al cerebro y te ayuda a mejorar la respiración.
En algunos hoteles ubicados en lugares de gran altitud tienen en su haber bombas de oxígenos para los huéspedes.
Al comenzar a sentir los síntomas, se debe tratar de dejar de ascender a alturas mayores. Si no se mejoran los síntomas, se debe bajar de manera inmediata antes de que esto conlleve a dolencias más graves para el viajero.
Existe también una bolsa especial llamada hiperbárica donde se introduce a la persona para ganar tiempo mientras desciende. Internamente posee una bomba que presiona y esa presión da la sensación de descenso de altura.
Recomendaciones para prevenir el mal de altura
Se aconseja realizar algunos de los siguientes pasos para prevenir el mal de altura:
- El cuerpo se ira adaptando poco a poco, lo que debes irte preparando para cuando estés subiendo después de los 2.500 metros sobre el nivel del mar.
- Es recomendable comer antes de tener hambre y beber agua antes de que tener sed. Descansar antes de que sientas cansancio y abrigarte antes de sentir frío.
- Consulta a tu médico antes de visitar un lugar a más de 2,500 metros de altitud.
- Realiza tus movimientos de forma tranquila, de lo contrario la altura te pasará factura.
- Utiliza bloqueador solar para proteger tu piel y evitar insolaciones.
- Cuando viajes a algunos de estos lugares de gran altitud, preferiblemente viaja con personas que conozcan la zona.
Zona peligrosa llamada "La Muerte"
Este término se lo dieron los montañistas que, al estar a más de 8.000 metros de altura, sintieron que el cuerpo no se adaptaba a la altura y veían difícil que el cuerpo humano sobreviviese.
Se comienzan a perder los signos vitales, a sentir un alto grado de estrés, y puede llegar a quedar inconsciente hasta llegar a la muerte. Es por eso que, para lograr alcanzar esa altura, primero debe tener experiencia en montañismo y haber escalado alturas previas.
En conclusión, siempre que vayas a viajar a un destino que se encuentre a una altitud superior a los 2,500 metros, prepara tu cuerpo. Come bien, hidrátate y descansa. No soy doctora y no quiero que tomes los consejos que comparto como que van a misa. Por ello, ve a un médico para que te dé consejo antes de tu viaje y, si es necesario, toma algún medicamento.
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