Abordaremos en este artículo la importancia del contenido y veremos como la mayoría de las veces no recibe el trato que realmente merece.Este artículo le realizamos mano a mano con nuestros compañeros de Agencia SEO de Alicante Coodex que llevan años trabajando en creación de contenido exitoso.
Dos aclaraciones para empezar:
- Por si alguien no se había enterado, el éxito o fracaso de un sitio web depende en gran parte del contenido.
- El contenido no son solo los molestos textos que el diseñador te ha pedido que escribas para sustituir los “lorem ipsum”.
Dicho esto, maticemos cada una de las afirmaciones anteriores.
- Una web con uno contenidos malos difícilmente conseguirá cumplir los objetivos para los que ha sido diseñada. Incluso en una simple página en construcción puede hacernos perder clientes. Sin embargo, tener el mejor de los contenidos tampoco te asegurará un puesto en la gloria, pero al menos, te dará una oportunidad.
- Es cierto que los copies de un sitio web desempeñan una labor crucial, tanto de cara al usuario como a los motores de búsqueda, pero no podemos olvidar el resto de elementos que van a componer el contenido: fotografías, documentos, iconos, botones…
No me refiero a los elementos ligados al diseño de la página (de los cuales hablaremos en el próximo artículo) si no a los que van de la mano de los contenidos. Mientras que la imagen de un banner corresponde claramente al diseño, las fotografías de los productos de la tienda, de los empleados de la empresa o de las instalaciones se consideran parte del contenido.
Excepto en contadas ocasiones, la redacción de los textos corre por parte del cliente, y estoy de acuerdo ¿quién mejor que él mismo para hablar de su negocio? Tan solo habría que darle unas indicaciones:
- Escribir frases y párrafos cortos y concisos. Si es necesario extenderse, se redactarán párrafos introductorios que inviten “leer más”, creando una navegación progresiva que satisfaga a los que desean profundizar más en un determinado tema, y será entonces, cuando la atención del usuario ya ha sido captada, cuando podemos escribir sin estas restricciones.
- Evitar lenguaje confuso o demasiados tecnicismos. Con el ritmo de lectura medio de un internauta, pocos releerán un párrafo que no hayan entendido a la primera.
- Incluir las palabras clave. Pero en su dosis correcta, de manera natural y sin que suene repetitivo. Hay que tener en cuenta que Google vigila el peso que una palabra tiene sobre el total del texto, y si en un texto de 100 palabras repetimos el mismo término más de 4 o 5 veces, seguramente esa página sea penalizada.
- No utilizar frases en negativo. ¡No, no y no! (eso seguramente lo haya leído en algún sitio, yo no soy tan gracioso).
- Dejar a la competencia tranquila. Hablar solo de las virtudes de nuestro producto y no caer en la tentación de criticar a nuestros competidores. Las comparaciones tampoco son deseables.
- Que no parezca un anuncio. Utilizar un tono informativo mejor que uno comercial.
- Tener en cuenta a quién nos dirigimos. No solo para elegir si tratamos al lector de usted o de tú (y no mezclar) sino para definir una línea general (p.ej. Llamamos a la sección “Contacto” o mejor algo más informal como “¿Dónde estamos?”).
- No copiar. Google también sabe cuando un texto es original y cuando no.
- Leer el texto una vez escrito. Este seguramente sea el paso más difícil de llevar a cabo. Y si es posible buscar a alguien más que lo lea.
Puedes leer el artículo completo Consejos para redactar el contenido perfecto para tu página web en Blog para Emprendedores Digitales - El Blog de David Merinas.